En mi opinión es profundamente contradictorio: llevamos décadas mejorando las pantallas de televisión, en tamaño y calidad, y ahora se comienzan a crear contenidos masivamente para los teléfonos móviles… lo entendería si desapareciesen las televisiones y los portátiles, pero en otro caso, ¿ver una película en el móvil? En fin, en Pornografía, saber y riesgo tecnológico Marcelo A. Moreno habla de los problemas de la digitalización de contenidos y las formas de adaptarse de la industria: “Lo que vende son videoclips de uno a tres minutos que prometen revolucionar la estética porno. Como la pantalla es de 2 pulgadas en vez de 22, las orgías —un clásico del género— no cuentan por resultar invisibles a ese tamaño. En cambio, todo pasa a primer plano en una relación —¿más formal?— que no admite otro número que el de la pareja. Pero el mayor desafío es el de la duración: «Tienes que poner caliente a la gente en 40 segundos»”.