Daniel Bellón refleja la aparente, sólo aparente, contradicción de que el poeta puro, Juan Ramón, sea recuperado por la poesía en resistencia: “Poetas como Jorge Riechmann o Antonio Orihuela han tratado de mostrar otro Juan Ramón, el que se mostraba ácido y crítico en textos como «El trabajo gustoso» frente a la manipulación política, planteando la poesía, tal vez, seguramente, de manera algo ingenua, como una zona autónoma para la libertad y la verdad, donde encontrar «al hombre hermano», y capaz de lanzarse a poemas de un vuelo vanguardista como «Espacio»: «No soy presente sólo, sino fuga raudal de cabo a fin», del hombre, que ajeno a las radicalidades enfrentadas a muerte, mantuvo hasta el final su compromiso republicano. A veces lo más difícil no es manifestarse de tal o cual manera con más o menos solemnidad, sino simplemente, estar a la altura de las circunstancias, y en ese, como en tantos sentidos (el rigor, el riesgo, la indagación poética…), jrj ejerce un magisterio silencioso.” Pura poesía en resistencia.