Mario Roberto Morales, Tácticas supletorias de la subalternidad: “El discurso de la victimización-agresión se enmarca en esta táctica. Si una elite que dice representar a un grupo marginado no puede tener a un enemigo o victimizador visible, sus financiamientos quizá disminuyan. Pero si logra crear un victimizador perverso, entonces lo magnifica justificando así los financiamientos foráneos para sus revistas, panfletos, talleres y cursillos. Hay especialistas en esta clase de trabajo. Hay excepciones también, por supuesto. Pero el mecanismo expuesto suele ser la norma. En dos platos, las elites dirigenciales que dependen de la cooperación internacional no tienen la representatividad de las masas y, por lo tanto, no son agentes del cambio social ni político, sino reforzadoras del estatus quo.”