Quizás la última entrevista a Bioy Casares, con 84 años ya, en el 98, pero siempre lúcido: “- ¿Le gustan las entrevistas? – No. Para mí tienen un defecto un poco ridículo: después de una entrevista tengo la sensación de haber escrito y entonces ese día no quiero trabajar.
-¿Escribe todos los días? – Sí, escribo a mano, en tinta azul y en cuadernos, para tener la ilusión de no poder arrancar las hojas, pero ahora estoy un poco atascado, porque tengo un proyecto de novela que tiene un buen comienzo y al que no le puedo dar un buen final. Hace tanto que estoy con esta duda y con este fracaso que pienso que voy a dejarlo a un lado. Pero me pongo a pensar en una historia y me doy cuenta de que estoy pensando en esta misma. – ¿Cómo nacen sus obras? – Primero se me ocurre la historia y antes de escribirla me la cuento a mí mismo y luego a alguien; si noto que está interesada, la escribo.
-¿Interesada? – (Bioy sonríe pícaramente) Normalmente almuerzo con mujeres y me siento cómodo contándoles historias a las mujeres.” [Ref.: JL ]