Subversión lingüística es el homenaje de Máximo a José Luis Coll, uno de los mejores humoristas que ha dado España: “Coll debería haber sido académico. De la letra Elle, por supuesto, si es que tal letra existe en el mobiliario de la docta casa. Lo que no le va nada es morirse, acto desconcertante y absurdo en un ser de su originalidad. En la Academia habría sido inmortal por tiempo indefinido y habría engordado el diccionario en justa reciprocidad.
Coll inventaba palabras que parecía mentira que no hubiesen sido inventadas antes. O quizá es que el léxico convencional se resistía a admitir a trámite un lenguaje que, de ser admitido, implantaría la subversión lingüística, y no sólo lingüística, en los ámbitos consuetudinarios del saber. Y del Poder.”