“El relativismo, en sus orígenes, era casi lo contrario, era la reivindicación de que todo debe poder ser sometido a la crítica porque no disponemos de ninguna certeza previa; ejerciendo esa crítica, iremos obteniendo elementos modestos o humanos, pero elementos de certidumbre. Entonces, este relativismo posmoderno proporciona una inversión del signo del debate, y creo que lo hace en un sentido paralizador.” El filósofo como alguien que habla de lo razonable, de lo que se puede hacer, o sea de lo humano, y por lo tanto, de un proyecto modesto. Entrevista con el filósofo Manuel Cruz:
El deber no es decirle a la gente lo que quiere escuchar.