Antonio Aramayona elabora una breve y selecta historia de la labor civilizadora de Occidente en Oriente Próximo como sostén para entender lo que pasa ahora: “Hay quien sigue afirmando que en Afganistán se está defendiendo a Occidente y sus valores frente a la agresión terrorista internacional. Lo que ya no se dice es que, paralelamente a las actividades humanitarias realizadas por las fuerzas de ocupación de la OTAN establecidas bajo mandato de Naciones Unidas, los objetivos económicos de las grandes compañías financieras y petroleras norteamericanas y occidentales se han cumplido con exactitud. En otras palabras, más allá del pretendido amor por la libertad y la democracia proclamado por las grandes potencias occidentales, más allá de la lucha contra el tan bien publicitado terrorismo internacional, se dan cita a menudo los intereses estrictamente individuales de determinados holdings financieros cuya única bandera, valores y objetivos son el enriquecimiento sin límites y sin otras normas que las suyas propias.” El occidente civilizador.