Carlos Fuentes: “Pero Putin no es ni un payaso de balcón, como Chávez, ni un teólogo ignorante, como Bush. Formado en las filas disciplinadas de la KGB, el astuto jefe ruso tiene una clara idea de la geopolítica de la Europa centrooriental y de las líneas de fuerza del mundo ruso. [...] La política de Putin, agresivamente expuesta hace unos días en Munich, representa el regreso de Rusia a las grandes ligas. El nuevo zar aparece montado sobre tanques de petróleo y ductos de gas, proclamando: se acabó el sometimiento ruso. Somos una gran potencia y vamos a reclamar nuestros espacios históricos, del Mar del Norte al Cáucaso y de San Petersburgo a Vladivostok.
Cuando Putin, en Munich, declara que el proceso de expansión de la OTAN a las fronteras con Rusia no significa, para nada, “modernización de la alianza” sino “expansión contra Rusia”, no sólo le marca un alto a la alianza atlántica. Hace mucho más: se suma a la rápida evolución política global hacia el multilateralismo y la multipolaridad.” Invierno caliente.