¿Servirá de algo poner el grito en el cielo? Lo dudo. La proliferación de ideólogos en favor de cambiar la naturaleza humana por medio de las nuevas tecnologías bioquímicas ya es preocupante, mucho más que la existencias de esas tecnologías. Con ellas se está haciendo lo mismo que con la tan cacareada libertad de mercado en los últimos veinte años. Pongo por ejemplo a Luis Racionero, que además basa gran parte de su argumento en las tesis de F. Fukuyama, uno de los gurús del mercado.
Futuro poshumano. Yo no estoy en contra de los avances en genética, lo que me gustaría es que los debates llegaran con más claridad a nosotros, los no iniciados.