Borges, la invención del tigre, la Siera del Guadarrama, el mito… Enrique Bustamante Sin noticias del Tigre: “En un principio, los ojos del niño Borges pasaban con perfecta rapidez de la imagen real a la imagen doble, imaginaria; pero, pasado un tiempo, ante la imposibilidad de originar tigres rayados, asiáticos y reales, Borges se dejó llevar, felizmente, por las posibilidades creadoras del sueño. «Suelo pensar entonces: éste es un sueño, una pura diversión de mi voluntad, y ya que tengo un ilimitado poder, voy a causar un tigre». Así, desde el lugar de la infancia de Borges, podemos asomarnos, tranquilamente, al balcón de papel oculto que se aloja en el bosque de las palabras. Y, desde ese punto seguro, a pesar del estúpido calor que amenaza con deshacerlo todo, observar los picos vacíos, semidesnudos, de la Sierra de Guadarrama. ¿Convocar y causar un tigre? ¿Un tigre terrible a tan sólo unos minutos de casa? “
2007-02-25 14:56
Gracias por el texto y el enlace. ¿Será por crecer con El libro de la selva por lo que en mi familia el malo siempre ha sido el tigre, o la tigresa?
Un saludo