“En 2003 se cumplirán 50 años del descubrimiento de la estructura en doble hélice del ADN, uno de los hechos más importantes de la ciencia contemporánea. La ingeniería genética, diagnósticos rápidos y exactos, terapias génicas, clones y transgénesis, son sólo algunas de las posibilidades que abrió. Pero la paternidad del hallazgo —o maternidad en este caso—, todavía merece ser discutida.” Y esa maternidad le pertenece a Rosalind Franklin, que murió a los 37 años, en 1958, cuatro antes de que sus colegas recibieran el Nobel.
Detrás de todo ADN hay una gran mujer.