Esteban Tomás Montoro del Arco, El porqué de los dichos: la fraseología del vino [*pdf]: “Sea como fuere, dejando a un lado la recurrente asociación del estado de embriaguez con el famoso himno de Asturias, siempre se han cantado las excelencias del vino, pero siempre y cuando se den al menos tres condiciones básicas: que se beba en edad adulta, que se consuma con mesura y que sea de buena calidad. La primera la reflejan refranes como el que dice El vino para los hombres es bueno, y para los niños, veneno; además incluso se insiste de forma universal en los efectos terapéuticos que tiene en etapas avanzadas de madurez, equiparables a los de la leche: del latino Vinum, lac senum provienen el esp. El vino es la leche de los viejos, el fr. Le vin est le lait des vieillards, el al. Guter Wein ist der Alten Milch, o el it. Il vino è il latte dei vecchi. De hecho, incluso rejuvenece: Sea joven o sea añejo, el buen vino estira el pellejo. La segunda condición es que ha de tomarse con moderación: Pan a hartura, y vino con mesura.”