Entrevista con Alí Ansari que aporta una nueva perspectica a la creciente tensión entre Irán y Estados Unidos: “El colapso del régimen talibán y la eliminación de Sadam Husein permitió a los iraníes imaginarse en un entorno diferente. De repente, se volvieron posibles cosas que de otra manera habrían sido imposibles. Los iraníes se ven claramente como los árbitros de la región, si no el país hegemónico. El argumento de Teherán es: «Nosotros heredaremos Irak. Como mínimo, Irak será nuestro vecino. Cómo máximo, podemos ejercer una influencia en esta área mucho mayor de lo que hasta ahora creíamos posible». Por ello, Irán prefiere tener estabilidad y orden. En este momento, Teherán tiene una estrategia algo incoherente, pero su clave es: «Nosotros podemos irritar a los estadounidenses lo suficiente para echarlos, pero no queremos que se vayan demasiado rápido —no hasta que nos den un poco más de estabilidad. Nos conviene tener una frontera occidental en calma y no permitir a los saudíes, jordanos, sirios, y quizá otros instalarse, en gran medida».”