Fernando del Alamo hace una divertida y curiosa recopilación de anécdotas y brevísimas historias sobre matemáticas y matemáticos, Estos matemáticos están locos : “Los asientos de la clase del profesor Chrystal se alzaban en escalones progresivos. Un día, un estudiante que estaba sentado en uno de los extremos del décimo banco lanzó una canica mientras el profesor escribía en la pizarra de espaldas a sus alumnos. La canica rodó y rodó clase abajo hasta llegar a los pies del profesor produciendo un ruido increíble en cada uno de los diez escalones correspondientes antes de llegar al suelo. El señor Chrystal en ningún momento giró la cabeza, pero cuando la canica alcanzó el suelo, todavía sin girar la cabeza, dijo: – ¿Sería tan amable de levantarse el alumno del extremo del décimo banco que ha lanzado la canica?”