El desafío de las maras, editorial del periódico costarricense La Nación, incide en algo esencial y extrapolable a cualquier otra medida gubernamental frente a la delincuencia: “No hay duda de que las acciones de seguridad son indispensables, al igual que la cooperación internacional, para enfrentar las actividades de esos grupos y para manejar adecuadamente las deportaciones de pandilleros centroamericanos de Estados Unidos a sus países, a los cuales llegan con gran experiencia e ímpetu delictivo. También son necesarias las acciones policiales para cortar sus nexos con el crimen organizado, principalmente el narcotráfico, y para capturar, procesar y condenar a los responsables de delitos. Sin embargo, con igual o mayor fuerza deberían organizarse, integrarse y trabajar los mecanismos de prevención, tratamiento y reinserción de los jóvenes en riesgo y los mareros. De lo contrario, la producción de delincuentes seguirá creciendo y desbordando las opciones represivas.”