Ni es un artículo de actualidad ni está de moda. O igual es de actualidad y sí está de moda. Irreverente nos habla de amor: “El prójimo no quiere ver en mí sino a un objeto y negar mi humanidad. Lo acepto sin insubordinaciones. Pero deseo ser para él el fin absoluto, el objeto imprescindible al que deba subordinarse por completo, algo de lo que no pueda no depender. De este modo recuperaría mi ser al esclavizar a aquel que me ha alienado (Recordar que la alienación es un estado de locura, un estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad. -RAE). Es por eso – por esa recuperación del ser – que el amor es un don en sí mismo. «Cuán bueno soy de tener ojos, cabellos, cejas, y de prodigarlos incansablemente en un desbordamiento de generosidad frente a ese deseo incansable que el prójimo tiene de convertirse libremente en ser». Pero no es tan sencillo, pues el amor es un don desinteresado solo en apariencia. «Dar es esclavizar».” El amor en Sartre