Augusto Zamora R., Latinoamérica, hacia la segunda descolonización: “Es la consecuencia natural de una suma de factores internos e internacionales, no siempre a la vista, que han permitido forjar amplias coaliciones políticas progresistas con el fin de alcanzar el poder por medio de elecciones.
La primera de esas causas, en el orden temporal, es el fracaso estrepitoso del modelo neoliberal, que provocó la quiebra de los estados, la multiplicación de la pobreza y una concentración atroz de la riqueza, en una región que ha destacado históricamente por la desigualdad. Promovido como dogma de fe por el binomio Reagan-Tatcher, en los años 80, los grupos dominantes aplicaron con celo de conversos las recetas que llegaban de fuera. Las empresas y riquezas nacionales fueron subastadas, en medio de un mar de corrupción, en beneficio de grupos extranjeros y de minorías anacionales. El resultado fue demoledor. Los países, uno tras otro, se hundieron en graves crisis económicas y sociales. El primero en estallar fue Venezuela, donde, en febrero de 1989, el pobreterío bajó de los cerros a asaltar supermercados. El caracazo terminó en una terrible matanza y tuvo consecuencias inesperadas. La mayor y más conocida fue el surgimiento, dentro del Ejército, de movimientos rebeldes, que afloraron en el intento de golpe de estado dirigido por el comandante Hugo Chávez. La matanza de Caracas fue la mayor, pero no la única que precederá al hundimiento de gobiernos neoliberales. Raúl Cubas, en Paraguay, de la Rúa, en Argentina, y Sánchez de Losada, en Bolivia, abandonarán sus países dejando detrás un reguero de cadáveres.”