Jesús Núñez Hernández, ¿Qué es ser Diplomático?: “Ser diplomático otorga prestigio social, ya que la profesión se cuenta entre aquellas – no más unas cuantas – dotadas de leyenda. «El diplomático, en la opinión general, forma parte de un mundo al que no tiene acceso el común de los mortales. Un mundo de lujo, de intrigas, de misterio, de exotismo», dice Gómez de Valenzuela. Ortega les achacaba frivolidad, y Juan Valera decía que en la diplomacia «…con bailar bien la polca y comer pastel de foie-gras, está todo hecho». Se suele achacar mendacidad a estos funcionarios, pero como ya dijo el gran Talleyrand, «la diplomacia no es una ciencia de engaño y duplicidad». Hay que decir la verdad, pero evitando el conflicto, pues no hay que olvidar que el diplomático es agente de paz.”