Los tres caballeros, de Elvira Lindo, habla sobre todo del arte de narrar, del cuento medido frente a la charlatanería; y además, entre los argumentos que utiliza, deja esta pequeña joya sobre la educación: “Leí sobre unas escuelas cooperativas en Estados Unidos que están levantando polémica. Se trata de colegios destinados a niños pobres. La teoría de estos maestros valientes es que los niños de barrios deprimidos necesitan una educación no igual a la de los niños de clase media, sino doblemente exigente para ponerse al mismo nivel. Los niños de familias pobres tienen a los tres años diez veces menos vocabulario que un niño de clase media. El lema de estas escuelas es: “Trabaja duro y sé educado”. Dentro de ese concepto de ser educado está el de saber escuchar. Los niños llegan a la escuela con una preciosa materia prima sin pulir. No saben, por ejemplo, que cuando alguien te está hablando hay que mirarle a los ojos y mover de vez en cuando la cabeza en señal de reconocimiento. Parece una chorrada, pero no lo es.”