Una vez más recordamos la situación de
Amina Lawal, quien podría ser condenada a morir apedreada por adulterio, en un país, Nigeria donde a pesar de haberse aprobado en 1999 una Constitución que defiende los derechos humanos, autoriza a los Estados de mayoría musulmana a aplicar la sharia; y entre otras cosas, la sharia castiga las relaciones extramatrimoniales a muerte por lapidación a casadAs y divorciadAs por delito de adulterio. ¡Duele el pensar en ello! y por ello algunas de cientos de miles de personas decidimos que otro mundo ha de ser posible a través de nuestra acción.
2002-07-11 00:09 Esa es la lata de los derechos humanos. Que como país firmante, podés esconderte en la posibilidad de acatarla al pie de la letra a todos aquellos seres que considerás humanos, pero no necesariamente a los que no llegan a alcanzar tan preciado estatus en tu sociedad.