Alejandro Polanco Masa nos introduce a una breve historia de la lobotomía: “La cosa se salió de madre, alcanzando grandes niveles de brutalidad, cuando se pasó de las operaciones cuidadosas y con daño limitado y calculado en el tejido cerebral de los primeros experimentos, a algo nuevo, no imaginado antes. El inventor del proceso para realizar lobotomías con rapidez, «eficiencia» y prácticamente en serie —como si de un proceso industrial se tratara— fue Walter Freeman, un médico estadounidende que, al parecer, ni siquiera tenía licencia como cirujano. Su idea era de lo más sencillo y radical. Volvamos a la foto, en la que Freeman está a punto de lobotomizar a un paciente para «liberarlo» de su padecimiento mental. Freeman toma un pequeño mazo y comienza a martillear sobre un picahielos que apunta en las proximidades del conducto lacrimal. Tras atravesar el cráneo, cuando la punta del picahielos ha llegado al cerebro, suelta el mazo y comienza a remover el picahielos como si estuviera haciendo puré. En realidad, eso es lo que consigue, convertir en una masa informe, lo que antes formaba parte del cerebro del paciente.” La erótica del picahielos.
2007-01-29 08:30
Puf, me ha dejado sobrecogido el artículo…