Juan Pedro Quiñonero fue a la ópera (El castillo de Barbazul de Béla Bartók y Béla Balázs) y hace una breve reseña en la que la música le lleva a reflexiones multidiciplinares: “En sus ilustraciones del cuento de Perrault, que tan enorme fortuna tendría en la historia de las fábulas y los cuentos de hadas, Doré dibuja a la niña (la Judith del texto de Balázs) tocando la llave (ensangrentada: la secta vienesa puede sonreír jubilosamente) del Barbazul que será su marido. En la opera de Bartók-Balázs todas las puertas, todas las estancias, el jardín, los muros, los pasillos, el laberinto de ese inmenso castillo de soledad y dolor, están manchados de sangre: saltan a la vista las huellas de los más pavorosos crímenes. Detalle trágico esencial: ese pavorosa realidad es la que confiere a la obra su condición más inquietante.
¿De qué habla esa parábola? ¿Del descarrío de nuestra cultura y civilización, como sugiere Steiner..? Recuerdo que, en verdad, el libro de Steiner se llamó originalmente La cultura contra el hombre. Título que ayuda a comprender la obra de Bartök-Balazs.” Perdidos en el castillo de Barbazul.
2007-01-27 11:46
Gracias..
Q.-