Siempre defendí la no dispersión de los presos de ETA por la sencilla razón de dar los mismos derechos a todos por igual, independientemente del delito que cometan. Parece que tras la lucha sucia y delictiva de los ochenta los gobiernos han decidido utilizar la Ley para seguir pervirtiendo la democracia; lo malo es que tampoco así conseguiremos nada. Pablo Mosquera, Derechos humanos y civiles: “De Juana Chaos tiene el perfil del asesino, del etarra duro dispuesto a matar y morir, una rara estirpe en la banda, donde matan pero no quieren morir, y sus bravuconerías terminan cuando los captura la Guardia Civil. Pero sería un error imperdonable hacer del sujeto un mártir capaz de inmolarse en una mazmorra. No voy a entrar en la cuestión de la última condena por presunta apología del terrorismo que incrementó su pena y le ha llevado a protestar mediante huelga de hambre. Pero sí creo que no se puede admitir que un preso, de cualquier naturaleza, enfermo, aunque sea por voluntad propia, en peligro de muerte, se mantenga en régimen carcelario aunque haya precedentes con el IRA o con otros lugares del mundo. La democracia es ejemplarizante, es conciencia y principios, de tal suerte que donde no distingue la ley no debe distinguir el legislador, y menos el poder, aunque lo fácil y popular sea propiciar la venganza y el castigo.”
2007-01-26 14:57
Un punto de visto muy interestante.