“Por ejemplo, al rechazar la idea de un arte completamente autónomo, se rechaza también la idea del arte realizado por puro amor al arte, es decir, producido sin ninguna utilidad ulterior. Una concepción semejante resulta adecuada, en principio, para sectores sociales que por sus condiciones de vida no están urgidos por la necesidad de sostenerse mediante un trabajo manual. Por el contrario, el rechazo de este tipo de arte suele presentarse como expresión de aquellos sectores más alejados de la cultura legítima. La posición de Torres García sugiere una especie de conciliación, negando la satisfacción hedónica del mero disfrute de la creación, y al mismo tiempo negando la subordinación del artista a cualquier fin material. La utilidad del arte no está en sí misma, ni en su contribución a una ideología, sino en resignificar una vida vaciada por la civilización materialista.”
Utopía de un Constructivista, de Henry Trujillo.