Miguel Ibáñez escribe una muy recomendable Carta a un profesor joven: “A veces fingirán que te dan la razón mientras te sugieren que deberías cambiar de estrategia educativa, ser más cordial, pactar las normas de comportamiento, etc. Pero recuerda que tú eres un profesor, no un animador cultural ni un monitor de tiempo libre.
¿Has preparado tus explicaciones como es debido? ¿Has atendido las dudas de los que sí estudian? ¿Has mandado hacer ejercicios que refuercen tus explicaciones? ¿La materia que has impartido está dentro del programa del curso? Si has respondido afirmativamente a las preguntas anteriores no tienes por qué parecer culpable: no lo eres.”