Manuel Almeida, Es la hora del creador: “Esto es una revolución, y en absoluto figurada. Lo es con todas las de la ley, incluso en el concepto marxista de la palabra. Las nuevas tecnologías han puesto a disposición del ‘obrero’ creador lo que hasta ahora estaba reservado al capitalista intermediario: es decir los medios de producción y los canales de promoción, piezas angulares de la estructura de mercado del arte.
En el caso de la música, en el que vamos a centrarnos de aquí en adelante y ustedes extrapólenlo a cualquier otra disciplina, cualquier creador tiene la posibilidad de montarse un estudio en casa, en su propio ordenador, desde la completa gratuidad a sistemas muy caros, con todo un abanico de gamas medias de muy alta calidad entre ambos polos. Suficiente para componer, grabar, editar, masterizar y publicar. [...] ¿Quién necesita, además, el abusivo, altanero y despectivo apoyo de una sociedad de gestión de derechos de autor cuando puedes lanzar tu obra con la licencia que mejor se adapte a tus intereses y rentabilizarla como estimes oportuno?”