No me interesa coincidir o no con las ideas políticas de Luis del Val en Todos mienten sino con su desesperación: “Parafraseando el principio de que la guerra es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de los militares, podríamos decir que la política es un asunto demasiado trascendente para dejarla en manos de los políticos. Son los que hemos elegido, desde luego, son nuestros representantes &dmash;de acuerdo— pero produce pavor la frivolidad, el partidismo, la mezquindad con la que se enarbolan vacuidades y muertos, miedos y corajes, soluciones y problemas. Estoy decepcionado por el empecinamiento de Zapatero en dejar la puerta abierta al diálogo, sin guardar siquiera unas semanas de luto, y me decepciona Rajoy, que pretende que el Gobierno haga exclusivamente lo que él dice, olvidándose de que no es presidente del gobierno.”