¿Qué se puede encontrar en la playa si buscas bien? Casi cualquier cosa, o al menos eso cuenta Juan Sasturain: “En la vieja Mar del Plata de comienzos de los cincuenta, la mosca y las cosas de valor de las playas del centro las recogían históricamente los rayitas. Los rayitas eran una bandada de pibes, de tres a cinco hermanitos o agregados hechos al oficio del rastreo, una especie de brigada limpiafondos de superficie que hacia el atardecer rastrillaba las playas desde el Torreón a la Popular en tiempo record y descargaba disciplinadamente para y sólo para el insondable Klondike, el tío reducidor, equívoco linyera de bolsa al hombro y perro feroz que los esperaba al pie del Lobo derecho. Recibía, compensaba en el acto –llevaba los billetes intercalados entre las hojas de un rollo de papel higiénico–- y decía hasta mañana.” La leyenda de Klondike.