Andrés Ibáñez, El arte de preguntar: “¿Qué es lo máximo que uno puede conseguir en esta casa? Uno debería preguntarse eso mismo cada vez que cruza una puerta.
Hay algunas artes que no tienen nombre, y por eso pasan desapercibidas. Por ejemplo, el Arte de Preguntar, y su arte espejo, el Arte de Contestar. De los dos, es mucho más famoso el Arte de Contestar. Todos codiciamos las respuestas de los políticos, los filósofos, los científicos, los escritores, los artistas, los sabios, los líderes espirituales. Los seres humanos buscamos respuestas. O al menos, eso es lo que se dice siempre en las películas: «Busco respuestas», «no tengo todas las respuestas», expresiones así. El que tiene una respuesta, tiene un tesoro.”