No estoy seguro de suscribir totalmente la tesis que Mario Roberto Morales expone en Vigencia de la rebeldía, pero no hay duda de que dice algunas cosas esenciales: “Por eso, ahora, cualquier forma de rebeldía y rebelión está financiada por alguna corporación, organismo internacional u ONG, a fin de existir y desarrollarse, y la condición de su existencia (léase: de su financiamiento) es, por supuesto, que no vincule a su «rebeldía» ninguna posibilidad de cambio radical en el sistema que la permite. El antiguo ligamen entre rebeldía y cambio social ha quedado destruido. Esta es la gran diferencia entre los llamados «nuevos movimientos sociales» (posmodernos) y los movimientos sociales de antes (los modernos). Los de ahora no sólo están financiados por el sistema sino le sirven a sus propósitos. Es el caso de los etnicismos fundamentalistas, las políticas de identidad, los sindicatos blandos, los feminismos esencialistas, las izquierdas «políticamente correctas» (en alianza estratégica con las derechas) y buena parte del mundillo de los derechos humanos.”
2007-01-03 14:39
el sistema lo adsorbe todo, adopta e institucionaliza cualquier cosa que le pudiese molestarle, asi una vez dentro del sistema deforma la esencia de cualquier movimiento y la utiliza para sus fines.
Pero hay algo que se les escapa…
jejejeje…