Me interesa la nota de Javier Ortiz sobre la ejecución de Sadam Husein no porque repita argumentos —válidos y efectivos— ya mil veces expuestos sobre el tema, sino por su denuncia de la falta de rigor informativo de la prensa: “He sentido una reacción de enorme repugnancia y de profundo horror a la vista (y el oído) de las informaciones difundidas esta mañana por los grandes medios de comunicación. Parecen de acuerdo en que Sadam Husein ha acabado sus días en la horca por culpa de los muchos crímenes que cometió. Es una afirmación aberrante. Sadam Husein no ha muerto por lo que hizo de malo. Lo que hizo de malo no generó ninguna fuerza con vida propia con capacidad para llevarlo al patíbulo. Sadam Husein ha muerto porque unos hombres han decidido matarlo, con independencia de sus crímenes.” Aberrante.