“Nada más entrar, y para que no haya lugar a equívocos, un gigantesco moco (con perdón) da la bienvenida a los visitantes. A lo lejos, se observa lo parece una repulsiva réplica a tamaño gigante de un fragmento de piel humana…” Una
exposición en Londres utiliza lo asqueroso para deleitar educando. Pero en realidad, cualquier excusa es buena para que Irene Hernádez Velasco hable de
Caca, pedo, culo, pis.