Álvaro Valverde destaca el intento de algunos sectores políticos por adueñarse de la «normalidad»; no hay propuestas ni argumentos, sólo una constante y cargante apelación a un &sentido común» inexistente. Son los «ciudadanos de bien», «todos»... que en realidad no agrupan a nadie y que ocultan un vacío esencial. La nota es breve, pero jugosa: “Siempre tienen en la boca esos términos. Resumen, según parece, toda su filosofía de vida. Lo extraño es que uno, que se tiene por una persona «normal» y con «sentido común», rara vez coincide con los juicios de valor del mencionado partido que, al revés, suelen parecerme insólitos despropósitos. No hace falta que ponga ejemplos: la mayor parte de los seres normales solemos pensar y obrar de manera distinta. Me temo que lo de la normalidad y el sentido común no basta como sistema de pensamiento.” Normalidad y sentido común.