Alice Stewart no tuvo una vida fácil como mujer sola en campos tradicionalmente dominados por hombres, y sufrió intensamente la falta de financiación para sus investigaciones y su aislamiento como consecuencia de tomar posiciones impopulares, pero ella creía que la oscuridad tiene sus ventajas, porque le permitió asumir riesgos que otros científicos no quisieron. Sus valiosísismos descubrimientos sobre los efectos perversos de los Rayos-X, el cáncer infantil, las devastadoras huella de la radiación nuclear y la necesidad de limitar las dosis de radiación, resultaron de gran incomodidad para los gobiernos (Británico y Estadounidense) enfervecidos por el “maná” de la energía y armamento nuclear, pero constituyeron sin duda su principal premisa y legado “La verdad es hija del tiempo”. El mundo necesita, más que nunca,de otras Alice Stewart.