”¿Qué hago yo leyendo la sección de negocios del New York Times un sábado por la tarde? Quizás el efecto de la “nueva economía” no fue tan inocuo como ahora muchos se obstinan en afirmar, y en algo cambió las cosas; por ejemplo, en el nuevo interés que generó la información económica fuera de sus lectores tradicionales. La “nueva economía” trajo estrellas (y sueños de reemplazo): emprendedores jóvenes, apuestos y millonarios, ideas que valían mucho dinero, portadas en medios generalistas y especiales televisivos. Entonces descubrimos que la información económica no era tan aburrida.” Roberto Enríquez se divierte con el circo financiero en
WorlCom, Xerox, Martha Stewart y… Ana Rosa Quintana.