“Uno de los obstáculos que enfrenta la exportación de software es precisamente el de una correcta “localización” o, como prefieren los ejecutivos de Bowne, la “globalización” de esos programas. Muchas empresas que tienen excelentes productos encaran la globalización como un simple proceso de traducción a otra lengua, y por eso no consiguen comprender las verdaderas razones de que su software no tuviese aceptación en otros mercados.” El software, producto tecnológico, también es un producto cultural. Todavía no he oído hablar de empresas dedicadas a la traslación de un software de su país de origen a otro nuevo. Parece un camino de futuro.
Brasil tiene potencial exportador de software. Son pocos los países que pueden decir lo mismo.
2003-02-25 02:56 ss