Madrid tiene su propia estación de metro fantasma, la de Chamberí. A pocos meses de su reapertura, después de más de 40 años, Rafael Carbayeda aprovecha para repasar su historia: “La estación se encontraba a medio camino entre las de Bilbao e Iglesia, que distaban entre sí apenas medio kilómetro, por lo que resultaba una parada y un gasto innecesario.
De este modo, el domingo 21 de mayo de 1966, el tren realizó su última parada en la estación. Aquella noche un empleado cerró los accesos a la misma, que nunca más volvería a abrirse. La plaza en la que se encontraban las bocas de metro fue remodelada para tapar la entrada, pero la estación quedó sin embargo escondida bajo tierra, tal cual la dejaron los usuarios aquel último día, con los periódicos del día abandonados en las papeleras y las coloridos carteles publicitarios de 1966 en las paredes. Un espacio detenido en el tiempo.” La estación fantasma del metro de Madrid