Cada vez cobra mayor fuerza la posibilidad de que Litvinenko fuese asesinado por mafias rusas, con las que mantendría pactos de silencio; individuos como este: “Uno de esos personajes sería el primer multimillonario de Rusia, Boris Berezovsky, conectado con la mafia de Chechenia, que habría incurrido en los delitos de fraude, corrupción de políticos y aun asesinato y que en el 2001 se asiló en Gran Bretaña cuando tocaba fondo la investigación ordenada por Putin, su ex protegido hasta que llegó al gobierno. Berezovsky empleaba a Litvinenko en vida y tiene sus buenas razones para utilizarlo muerto contra el jefe del Kremlin. Los mafiosos norteamericanos podrían aprender un par de cosas de Berezovsky, hoy que Rusia se ha convertido en una suerte de Sicilia en gran escala: el asesinato es una herramienta más en el mundo empresarial, su tasa anual en la ex URSS triplica la de Nueva York y el crimen organizado brilla por su presencia. El naufragio del «socialismo real» abrió la puerta a un capitalismo salvaje en el que pronto se destacó Berezovsky. Curiosa paradoja: hizo su primer millón de dólares en una ciudad del Volga que lleva el nombre de quien fuera un notorio dirigente comunista italiano, Togliatti.” Juan Gelman, Pelando la cebolla.