¿Traerá a la ONU su nuevo Secretario General un cambio en metas, actitudes y eficacia? Yo lo dudo mucho, porque no creo que el problema esté en quién la dirija sino de quienes le dejen hacer. En cualquier caso, Jeffrey D. Sachs parece convencido del cambio, y apunta las líneas de innovación: “La idea es apuntalar la prosperidad a largo plazo en las regiones hoy inestables, en vez de confiar en las sanciones o las amenazas de usar la fuerza. Tomemos por caso a Darfur. El Consejo de Seguridad de la ONU lo ha debatido como un enfrentamiento entre el gobierno de Sudán y los habitantes de esa región. Pero la verdadera causa de la inestabilidad es que allí vive una población empobrecida y prolífica, sin la provisión adecuada de agua, alimentos, escuelas, hospitales y otros servicios básicos. En vez de centrarse en aplicar sanciones, las grandes potencias deberían cooperar proponiendo estrategias de desarrollo y ayudando a financiarlas.” El nuevo rostro de la ONU