¿Nadie se pregunta por la utilidad de un Ministerio de Sanidad, si la sanidad está transferida a las comunidades autónomas? También hay que preguntarse por qué estamos todos obligados a padecer los traumas puritanos de la ministra, empeñada en que no caigamos en el neo-pecado de consumir lo que nos dé la gana. O, simplemente, lo que podamos. Tardamos siglos en casi librarnos de una religión (una que nos infantilizaba ocupándose de la educación), ¿y ahora tenemos que padecer la de esta señora? Luis del Val: “El proteccionismo es muy apropiado para los niños, porque no distinguen las consecuencias de sus actos, pero aplicado a los adultos en todos los ámbitos de la vida infantilizaría todavía más nuestra ya infantilizada sociedad. Como sigamos así, llegado el caso, habría que colocar, a la entrada del Ministerio de Sanidad, un gran cartel en el que se leyese: Este ministerio perjudica gravemente su libertad individual.” Proteccionismo y libertad.