Jaime Rubio Hancock es uno de los periodistas más reputados del país (ignoramos cuál). Cofundador de la revista Playboy, fue director de The New York Times entre 1987 y 1992, cuando se convirtió en el primer menor de edad en dirigir una publicación diaria. Desde las páginas de ese diario se opuso a la guerra de Iraq, destapó la trama del Gal y predijo la Revolución Francesa. Actualmente publica en Libro de Notas cada jueves esta serie de entrevistas que, según nueve de cada diez dentistas, jamás tuvieron lugar.
Yo, Jaime Alfonso Setién Rubio, soy el primer decepcionado por Barack Obama, sin duda injusto presidente de Estados Unidos. Porque Obama, a pesar de la amistad que nos une desde que estudiamos juntos inglés en Escocia hace ya ocho veranos, se ha negado a concederme una entrevista.
Comprendo que estos días ha estado atareado con lo de las elecciones, pero que no haya podido concederme —¡a mí!— veinte minutos de su tiempo resulta poco menos que indignante. Y más cuando me lo prometió por teléfono. Me dijo, cito textualmente: “Jaime, Libro de notas será el primer medio al que conceda una entrevista en exclusiva y tú la firmarás. Aunque la escriba alguno de los Haj-Saleh”.
Pero no sólo ha hablado primero con Más que coches, sino que ya ni siquiera me coge el teléfono. Antes me lo cogía todo el rato. Con la excusa de que a partir de las cuatro sale más barato con mi operador. Daba un poco de rabia, el tema, pero bueno.
Por suerte, Obama no fue el único demócrata vencedor de las elecciones del día 4. Aunque sólo se hable de él. Yo he podido entrevistar nada menos que a Jeremiah W. ‘Jay’ Nixon, nuevo gobernador demócrata de Missouri. Demócrata a pesar del apellido y arrebatándole también el cargo a un republicano. Ahí es nada. ¿Y quién estaba ahí para entrevistarle? Uno de los Haj-Saleh. No sé cuál. Los confundo. Como prueba la siguiente entrevista, que yo firmo:
Jeremiah W. “Jay” Nixon: “¿Sabías que Missouri en español se escribe Misuri?”
Jeremiah W. “Jay” Nixon me recibe en su despacho. “Pasa, pasa —me dice—. Con esto de haber sido elegido gobernador de Missouri no dejo de atender a la prensa. Pero siempre tengo un momento para Libro de notas“. Quiero llamar a Obama para relatarle la indirecta, pero por desgracia el presidente electo de Estados Unidos me ha cogido el móvil.
Nixon explica que le ha resultado complicado ganar las elecciones: “Los republicanos me veían como un demócrata, mientras que los demócratas sospechaban de mi apellido. Además, fui fiscal general y los fiscales son los malos de las películas, igual que los republicanos. Todo estaba en mi contra”.
Me quedo callado mientras pienso en alguna pregunta que hacerle, pero no se me ocurre ninguna. “Bueeeno —dice—. Ya llega el frío”. Asiento, mientras descarto preguntarle qué se siente siendo el primer presidente estadounidense bastante negro y además parecido a Hamilton, pero en alto y viejo. No me parece adecuado preguntarle eso a un señor blanco que parece la versión respetable de Briatore.
“Missouri mola mucho —dice, despertándome—. ¿Sabías que Kansas es la ciudad más grande, pero que la capital es Jefferson? Eso lo hacemos mucho los americanos, para desconcertar. La capital de California no es Los Ángeles, sino… Er… Otra. ¿Y te he comentado que la tercera ciudad más grande de Missouri es Springfield? Pero no la de los Simpson, ja ja ja… Ehm…”
Carraspeo. No sé qué hago en ese despacho. No hago más que pensar en la traición de Obama. ¿Con quién estará ahora? ¿Estará respondiendo a preguntas inteligentes? ¿Más que las mías, que gané un concurso de preguntas inteligentes? Y ahora no se me ocurre ninguna… Claro, con este pardillo… “¿Sabías que Missouri en español se escribe Misuri? —El tío sigue hablando, no sé por qué—. Creo que se pronuncia Ojaio, pero no estoy muy seguro”.
Resoplo.
“Tenemos granjas y… ¡No aguanto más! ¿¡Qué te pasa Jaime!?” Le digo que lo siento, pero que esto no funciona. “Pero, pero…” Vuelvo a disculparme. Le explico que no es culpa suya, que tengo la mente en otras cosas. “Jaime, yo…” Insisto: es inútil. “¡Es por ese Omaba! ¿Verdad? ¿Cuándo te darás cuenta de que él no te quiere? ¿Cuándo?” Musito un tercer lo siento y salgo del despacho, sin atreverme a mirar atrás.
Lo cual es un error porque Nixon me ha arrojado una lámpara a la cabeza. Debido al golpe caigo al suelo, siendo capaz al menos de escribir la última frase de esta entrevista antes de perder la conciencia. Ojo: que la última frase no es la anterior, sino ésta que estoy escribiendo ahora. Ja ja, era broma: es ésta. Ahora sí. Ésta en cambio, no: la tenía escrita de antes, por si acaso.
2008-11-06 09:36
jajajajjajajaajajaa
Entonces, para quién hace publicidad ahora Obama, ¿para Vod…? ¿Or…? ¿Tel…? ;-)
Oye Jaime, los Haj-Saleh te los confundes porque quieres, porque parecer, lo que es parecer, no se parecen ni en el blanco de los ojos… jejejeje
2008-11-06 09:40
Yo no he sido. Habrá sido mi hermano. Yo jamás he escrito una línea para Libro de Notas.
2008-11-06 10:20
Si no fuera por el dedo gordo del pie derecho no podría identificarlos. Yo también los confundo, la última vez que lo hice fue cuando querían ir de picnic y les di indicaciones para llegar al parque empresarial.
2008-11-06 11:11
No, Jaime, no es que no te quiera, es solo parte de la estrategia de su oficina de prensa de vetar a todos los medios que escriben Barak, cuando su nombre se escribe Barack (un intento de desmarcarse de las posibles confusiones con Ehud Barak, ex-primer ministro israelí).
2008-11-06 11:20
¿Barak? ¿Quién ha escrito Barak? Yo he escrito Barack. Desde siempre. En ningún caso he corregido ese error ahora mismo. Estaba bien desde el principio. Barack. Todo el mundo lo sabe. Barack. Como ese otro tipo que también se llama Barack.
2008-11-06 11:37
Así me gusta, Jaime; no como esas publicaciones mediocres que no saben escribir correctamente un nombre, del tipo de El país, ABC, El Mundo, …
2008-11-06 12:38
Que se pongan de acuerdo Barack y Barak en sus respectivas webs o lo voy a escribir con q final.
Demostrando por cierto y de forma definitiva las conexiones entre Obama y Sadam.
2008-11-06 15:50
Qué más dará de qué, si es un libro.
Puaj.
2008-11-06 18:35
¿Entonces es cierto que el calvo que está cerca de Obama no es otro que el calvorotas de la F1?
2008-11-06 23:41
También había aceptado entregar los premios de hiphop la próxima temporada y ha dicho que si nos conformamos con un segundón, que vale, que lo que es él en persona estamos merengaos. Es que las cosas importantes y el poder están reñidos, colegas
2009-01-22 05:26
enoooooorme