Jaime Rubio Hancock es uno de los periodistas más reputados del país (ignoramos cuál). Cofundador de la revista Playboy, fue director de The New York Times entre 1987 y 1992, cuando se convirtió en el primer menor de edad en dirigir una publicación diaria. Desde las páginas de ese diario se opuso a la guerra de Iraq, destapó la trama del Gal y predijo la Revolución Francesa. Actualmente publica en Libro de Notas cada jueves esta serie de entrevistas que, según nueve de cada diez dentistas, jamás tuvieron lugar.
La justicia española está cometiendo una nueva injusticia. Lo cual resulta paradójico y desconcertante. ¿Como va a ser la justicia injusta? Si fuera así, ¿no habría que cambiarle el nombre? La podríamos llamar Judith, que también empieza por jota. ¿A quién le gusta Judith? A mí tampoco, pero se ve que los de contabilidad dicen que es muy guapa. No sé. Le gustará a los contables. Será alguna manía suya.
Volviendo al tema de la injusticia que ha cometido la Judith española: resulta que han encarcelado al jefe de policía de Coslada. Y a otros diez agentes. Con lo que seguimos en el terreno de los oxímoron: ¿un agente arrestado? ¿Quién le ha detenido? ¿Un ladrón? ¿A qué estamos jugando? ¿Cuándo se detendrá este viaje cuesta abajo hacia el absurdo? ¿Los pollos con patatas cocinarán humanos? ¿Las camas dormirán encima de nosotros? ¿Los visones fundarán una asociación para protestar por el uso de pieles humanas en la fabricación de abrigos para visones?
El mundo se acaba y hace falta una mente clara y analítica para denunciarlo. Pero está de vacaciones. Ahí, haciendo la ruta de los cátaros. A mí me parece muy típico, pero supongo que tendrá su gracia. Total, que una vez más me tengo que encargar yo, para lo que me traslado a Coslada para solidarizarme con Ginés Jiménez Buendía. Nueva antítesis: ¿cómo puede ser una mala persona, si se apellida Buendía? Repito: BUEN día.
“Ahí le has dado Jaime —afirma Buendía cuando le expongo mi punto de vista—. Soy víctima de políticos corruptos que han emprendido una campaña en contra de mi buen nombre”. Es innegable que tiene un buen apellido (BUENdía). Lo del nombre no lo tengo tan claro. ¿Ginés? Pf.
El caso es que Buendía asegura que jamás haría nada que no fuera acorde con su cargo de jefe de policía (en caso contrario, me permito añadir, no sería jefe de policía, sino jefe de ladrones —evidentemente—). “Por ejemplo —explica—, se me acusa de extorsionar a los comerciantes. Pero yo sólo les ofrecía protección. Porque era mi deber como policía. ¿Qué tiene de raro que un policía ofrezca protección?”. Pero, claro, algunos dicen que esa protección se ofrecía a cambio de dinero. “Ja —se ríe—. No conozco a nadie que trabaje gratis”. Y ahí tiene razón.
Otras de las absurdas acusaciones contemplan el haberse quedado con parte del botín de un robo y con varios alijos. Pero no tiene nada de raro: “Al fin y al cabo —dice—, no les íbamos a devolver a los ladrones y a los camellos el dinero y la droga. Quiero decir, la policía está para eso. Para que los malos no se salgan con la suya”.
En cuanto a las palizas y abusos sexuales, Buendía sostiene que “seguramente se trataba de delincuentes que se resistieron y a los que mis más fieles colaboradores tuvieron que reducir y luego violar. Varias veces. Por si acaso. Sobre todo lo de violar. Igual iban armados”.
De todas formas, lo que más irrita a Buendía es lo de la alarma social: “Cada vez que suena mi alarma, le doy al snooze y duermo otros nueve minutos. No sé por qué no pueden hacer los demás lo mismo”.
Ginés Jiménez Buendía es un héroe. Lo digo así, con todas las letras, incluida la hache, que es muda. Un policía que protegía a los ciudadanos, que reducía a los criminales, que repartía su amor por todas las orgías de la comarca, que procuraba que los camellos no vendieran ni un gramo de droga. ¿Qué es lo que ha hecho mal este hombre? Seré muy claro: el día que un POLICÍA apellidado BUENDÍA sea declarado culpable de un crimen será el día en el que comenzará el apocalipsis. Evitémoslo con muestras de apoyo a esos agentes. Yo por ejemplo alzo la ceja izquierda a modo de protesta. ¡Judith para Buendía! ¡Judith! ¡Judith! No, tú no. ¡Judith! Que no es a ti, que hablo de la Judith española. ¿Y a mí qué, que seas de Cuenca? Por favor, ¿alguien le puede pedir que se vaya? Lo haría yo, pero en cuanto vuelva a gritar Judith, Judith se girará de nuevo. Que no es a ti, te digo.
2008-05-15 16:53
Me encantan tus entrevistas, pero con la de hoy te has superado. Se me saltaban las lágrimas de la risa en el trabajo.
2008-05-15 20:16
Pues mi snooze sólo dura 8 minutos. ¿Ginés también extornionaba a su despertador? ¿Y lo violaba?
2008-05-16 00:55
jajaja te llevo leyendo durante bastante tiempo y este es el primer comentario que te dejo, eres un crack, estas entrevistas son la polla XD
2008-05-16 02:06
“Quiero decir, la policía está para eso. Para que los malos no se salgan con la suya” Es verdad, es mejor que se salgan con la de los otros, con la suya resulta aburrido al cabo de los años.
2008-05-17 00:18
No es que me sorprendan demasiado estas cosas. Cuando alguien se hace policía su objetivo no tiene por que ser velar por la seguridad de la gente, ni un político decidir por el beneficio de todos, ni un médico por la salud de sus pacientes,... en el fondo (desgraciadamente) son personas. No digo que lo entienda o que esté justificado, simplemente que no es sorprendente. Y me alegro de que se frenen estas situaciones y ojala se detectaran todas. Espero que Judith caiga con todo su peso sobre Ginés.
2008-05-17 01:59
Genial.
No sé ni cómo he dado contigo, pero da igual, bendigo este día, jeje. La anterior de Craig Venter es tremebunda.
Un abrazo
2008-05-17 03:24
Me gusta el sentido de humor que dais a las tremendas frivolidades de personajes, que existen por desgracia en este mundo.
La cosa es digna de pelicula desgarradora y el humor en la mentira funciona en nuestros dias. Pero no me gustaria estar en el pellejo
de estos seres que crispan el buen vivir de las personas que hemos nacido decentes y nunca aprovechamos estos sistemas de poder que algunos los transforman en dictaduras.
2008-05-19 13:14
Jaime, te voy a echar una mano: Judith, está despedida. Ay, qué descanso.
2008-05-19 20:09
¡Sublime Jaime! Los de Coslada se quejan de llenos…llenos de temor, llenos de asco, llenos…¡bueh!
2008-05-22 01:39
simplemente aplausos. No puedo decir mucho más porque todavía estoy buscando mi mandíbula, que la tengo por ahí en el suelo, desencajada de la risión.
2008-05-31 18:33
Las bordas tanto que no se puede añadir nada. A los comentaristas nos condenas a la sosería y las palmaditas en la espalda. ¡Es una injudith!!!