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De lo animal, lo humano y lo divino por José Fco Zamorano Abramson

Psicólogo y músico. Doctorando en comportamiento animal (Etología). Su trabajo se enfoca principalmente en el comportamiento social de los Cetáceos (ballenas y delfines) y otros mamíferos marinos. Tratará aquí, cada día 2, de cuáles son las “pautas que conectan” el comportamiento del ser humano con los demás animales, sustentando la idea de la “interrelación” entre todo lo vivo, a partir de una integración de diversas disciplinas tales como la Etología, la Psicología y la Ecología.

La inteligencia de los pulpos I

“El pulpo es una criatura estúpida”, afirmó Aristóteles, el padre de la biología. Y es que en esos tiempos (aunque bueno, y en estos también, para la mayoría) pensar que un simple molusco pariente de las almejas y de los caracoles carecía de cualquier atisbo de inteligencia era bastante comprensible, dados los prejuicios que, en general, se han tenido y se tienen sobre el reino animal, con exclusión, por supuesto del ser humano. Si bien es cierto que figuras como la del pulpo Paul, con supuestos poderes adivinatorios (ver Oráculos animales: de Delfos al Pulpo Paul) han conseguido mejorar, en cierta medida, la reputación popular de este cefalópodo, ha sido la ciencia, con sus procedimientos, la que ha realizado varios descubrimientos sorprendentes sobre las capacidades cognitivas de estos animales.

Los pulpos, así como todos los cefalópodos, entre los que se encuentran los calamares y las sepias, son considerados los invertebrados más inteligentes debido a que poseen un gran cerebro, gran capacidad de memoria y de aprendizaje, comparables en su complejidad a las de los vertebrados más avanzados. Partamos por un caso interesante que ocurrió en el acuario de Vancouver. Un pulpo, todas las noches, se metía por el desagüe y se iba a otras exhibiciones para comerse los peces del estanque contiguo. Lo sorprendente es que, tras esto, el pulpo regresaba a su tanque de modo que al otro día por la mañana todo seguía en su sitio, bueno, todo, excepto los peces que se había comido. Los cuidadores se tardaron un buen tiempo en descubrir al culpable. El rastro de agua que dejaba el pulpo entre su tanque y el de los peces, terminó delatándolo. La capacidad de manejo del espacio que queda de manifiesto en esta anécdota viene apoyada por los trabajos de Jean Boal y sus colegas, que muestran cómo los pulpos son buenos en el aprendizaje de la geografía. En un experimento, Boal puso a varios pulpos, de uno en uno,, en tanques en los que introdujo una serie de objetos, como jarras de plástico, platos de guijarros y macizos de algas. Tomó sólo unos pocos ensayos para que los pulpos encontraran la ruta más rápida hacia una salida, escondida en la parte inferior del tanque. Hasta aquí esto sería simplemente un aprendizaje de señales del ambiente como el que realizan muchas especies animales, pero lo que hizo que los resultados de Boal fueran particularmente impresionantes es que los pulpos ¡aprendieron de forma simultánea dos laberintos totalmente diferentes! Durante el ensayo en un laberinto, mientras lo recorría, Boal permitía al pulpo observar otro laberinto contiguo. Tras esto, se le pasaba la prueba en el segundo laberinto y también lo recorría exitosamente. De alguna manera, los pulpos podían hacer un seguimiento de dos geografías simultáneamente, lo que sugiere que cuando los pulpos se están moviendo a través de nuevos terrenos, tal vez puedan estar abriendo, paralelamente, vías alternativas de escape e incluso poder decidir la mejor manera de escapar de los depredadores.

Pero los pulpos escapan de los depredadores no sólo escondiéndose rápidamente, sino también engañándoles. Un ejemplo impresionante de engaño es lo que el biólogo marino Roger Hanlon llama “el truco del movimiento de roca”, que consiste en que el cefalópodo adopta la forma de una roca para luego escapar a través de un espacio abierto, totalmente a la vista del depredador, evitando ser atacado. Además. el pulpo logra esta maniobra haciendo coincidir su velocidad de escape con la velocidad de los movimientos de la luz en el agua circundante, logrando con esto que los depredadores no puedan detectar su movimiento. Para Hanlon, lo que hace que este tipo de comportamiento sea notable es que se trata de una combinación creativa de comportamientos previamente aprendidos, utilizados para hacer frente a una nueva situación (lo que comúnmente se define como comportamiento inteligente). Del mismo modo, un pulpo puede escaparse de un ataque en una fracción de segundo poniendo su cuerpo blanco para asustar a un depredador, o disparando bocanadas de tinta para distraerlo, o huyendo en zigzag a través del agua para luego, de repente, cambiar su piel para que coincida con el coral que lo rodea.

Los pulpos, además, son conocidos por su habilidad para manipular objetos con gran precisión por medio de sus tentáculos y de todo su cuerpo, incluso llegando a niveles de destreza similares a los la mano de un primate. En el acuario de un zoológico de Munich, Frida, un pulpo hembra de cinco meses, aprendió a abrir las tapas de recipientes que contenían camarones en su interior. Su técnica consistía en presionar su cuerpo contra la tapa mientras sujetaba los lados con las ventosas de sus tentáculos y una vez los tenía sostenidos firmemente, giraba su cuerpo hasta que lograba abrir la tapa. Frida conseguía lograr su objetivo en un lapso de tiempo de entre diez segundos y una hora, según lo apretada que estuviese la tapa. Si bien los pulpos tienen un cuerpo blando, la mayor parte de sus tentáculos son puro músculo y pueden desplegar una gran fuerza física cuando les es necesario. Frida se convirtió en uno de los atractivos más visitados del acuario: ahora lleva a cabo, dos veces por semana, la rutina de abrir los envases de camarones ante el público a la hora de comer.

Según los cuidadores, el pulpo aprendió este truco observándolos a ellos mismos realizar la conducta unas cuantas veces. Si esto fuese así sería bastante impresionante ya que aprender por imitación, al contrario de lo que se suele creer, es una tarea bastante compleja cognitivamente hablando. Pero hay algo que no concuerda en el relato y es que estos mismos cuidadores también mencionaron que al pulpo le llevó un mes de practica aprenderla, por lo que huele más a que lo aprendió como aprenden la mayoría de los animales, es decir, por sí mismo a través del ensayo y el error lo que, por supuesto, no le quita mérito. Sin embargo, hay otro caso descrito que también sugiere que los pulpos podrían aprender observando a otros pulpos. Los pulpos presentan un comportamiento natural que es el de atacar a cualquier objeto que aparezca en su campo visual, pero también son capaces aprender a inhibir esta respuesta cuando el objeto le produjo anteriormente una experiencia dolorosa. En un experimento se presentaron a un pulpo dos bolitas, una blanca y otra roja. Si atacaba a la blanca, el pulpo recibía una descarga, si atacaba a roja, recibía una recompensa en forma de comida. El pulpo aprendió rápidamente a atacar sólo a la bola roja, es decir, a la que le proporcionó la recompensa, e inhibió el ataque hacia la bola blanca. Hasta aquí nada nuevo con los tipos de aprendizaje que suceden en la mayoría de los animales. Pero lo realmente interesante es que algunos científicos han sugerido que el pulpo, además, tiene la capacidad de aprender este comportamiento observando a otros pulpos, de modo que si mientras un pulpo realiza la tarea anteriormente descrita se le permite a otro pulpo que observe dicho aprendizaje, cuando se realiza la prueba a este segundo pulpo, este es capaz, con tan sólo haber observado tres ensayos del primero, de atacar sólo a la bola que le proporciona la recompensa. Los resultados son bastante más creíbles en este caso ya que, por ejemplo, los experimentadores cuidaron detalles tales como que durante el experimento ambos pulpos se encontraban separados mediante un panel transparente, para impedir cualquier tipo de comunicación mediante señales químicas. Las ventajas evolutivas de aprender por imitación son inmensas puesto que amplían el repertorio de conductas del que se encontraba codificado genéticamente y del que se puede aprender por ensayo y error, con los costes asociados a los errores que se pueden cometer, permitiendo así al individuo hacer frente a una mayor variedad de estímulos. Pero de ello ya hablaremos más adelante. Por el momento, mencionaré que algo relacionado con esta capacidad es el descubrimiento de una estrategia reproductiva que utilizan solamente algunos machos del pulpo Abdopus aculeatus, una especie de pulpo del tamaño de una naranja, propia de Indonesia, en la que los machos más débiles, que son llamados ‘sneakers’ o furtivos, se disfrazan como hembras por temor al latigazo de los tentáculos de sus competidores, cambiando de esta manera los modelos de su cuerpo y nadando de una forma más femenina, lo que les permite moverse sin ser identificados como machos por los machos más fuertes y así poder copular con las hembras.

Pero el caso mas impresionante es el descubrimiento en 1998 frente a la costa de Célebes en los mares tropicales del sudeste de Asia del “pulpo imitador” (Thaumoctopus mimicus). Este pulpo exhibe una habilidad impresionante para imitar la apariencia física y los movimientos de más de quince especies diferentes según amerite la ocasión, tales como la serpiente marina, el pez león, el pez plano, la estrella de mar, el cangrejo gigante, la concha marina, la raya, la platija, la medusa, la anémona o el camarón mantis. Además de variar el color, el pulpo logra estas imitaciones también flexionando y contorsionando su cuerpo y sus extremidades. Aunque todas las especies de pulpo tienen la capacidad de mimetizarse cambiando el color y la textura de su piel, y así confundirse con el suelo marino o parecer una roca, el pulpo imitador es la primera especie de pulpo conocida que imita otras especies marinas. Pero mejor véanlo ustedes mismos:

Como habrán podido observar en el video, se cree que el pulpo imitador puede decidir a qué animal va a imitar dependiendo del depredador que le está acechando. Por ejemplo, cuando el pulpo imitador está siendo atacado por peces damisela, se observa que el pulpo adquiere la forma de una serpiente rayada, que es un depredador del pez damisela. El pulpo imita a la serpiente marina rayada adoptando un color negro y amarillo, enterrando seis de sus extremidades y agitando sus otros dos tentáculos en direcciones opuestas. Los científicos creen que el factor determinante que explica la sorprendente habilidad de este pulpo para imitar a otros animales es su grado de flexibilidad corporal, pero yo no estoy tan de acuerdo, ya que muchas otras especies de pulpos son extremadamente flexibles, corporalmente hablando, tal cual han podido apreciar en los videos. Incluso hay un ejemplo de un pulpo del tamaño de un balón de voleibol que puede comprimir su cuerpo hasta el tamaño de una lata de bebida. Por esta razón, creo que en esta especie, en particular, la flexibilidad se da a nivel cognitivo, es decir, lo que tiene es una gran flexibilidad mental. Si no, otros animales flexibles corporalmente hablando también deberían imitar a otros (basta con observar a los gatos o más aún, a otros pulpos). Esta misma flexibilidad mental podría estar reflejada en los resultados contradictorios que han arrojado los estudios sobre “personalidad” en pulpos. (ver Animales con personalidad). Así, en un estudio reciente, los pulpos que reaccionaron agresivamente ante una película en la cual se mostraba a otros pulpos, tendieron a responder de la misma manera con todas las películas (por ejemplo, unos siempre atacaban y otros siempre huían). Pero esta consistencia en el patrón solamente fue exhibida durante un día en particular y no a lo largo de periodos más extensos de tiempo, desapareciendo toda señal de estabilidad en sus respuestas que nos pudiese sugerir un rasgo de “personalidad”, según las conclusiones de algunos científicos. Conclusiones no exentas de posibles errores de interpretación, ya que quizá también podríamos estar hablando de un fenómeno de habituación a los videos, más que a carecer de una personalidad estable. Para otros científicos, sin embargo, la falta de personalidad, es decir, de patrones estables de comportamiento, no necesariamente sería una mala cosa y, por el contrario, podría ser justamente una demostración de flexibilidad cognitiva. Los pulpos viven en ambientes dinámicos (aguas costeras poco profundas y arrecifes) y estas condiciones pueden seleccionar flexibilidad comportamental, ya que los individuos podrían optimizar su eficacia biológica en una variedad de condiciones ambientales típicas. Por ejemplo, comportarse con timidez puede ser la mejor respuesta de un pulpo cuando se ve amenazado por un depredador, pero comportarse con arrojo puede ser la mejor actitud a la hora de buscar comida. Otros investigadores especulan que incluso las hormonas también podrían estar influyendo día a día en los cambios a corto plazo en el comportamiento de los pulpos. Así parecen confirmarlo los cuidadores de JB, el pulpo gigante del Pacífico que vive en el Acuario Nacional en Baltimore, para quienes su color sería indicador de su estado de ánimo ya que, según estos, cada vez que cambia su humor, cambia su color.

El gran investigador de los océanos Jacques Cousteau, mencionó al respecto, y mucho antes de haberse realizado todas estas observaciones, que la timidez del pulpo era una reacción racional basada sobre todo en la prudencia, por lo que si el buceador era capaz de demostrarle que era inofensivo, el pulpo perdería la timidez en seguida, más rápido que cualquier otra especie salvaje. Para mí todo parece indicar que más que buscar la respuesta a la plasticidad o flexibilidad conductual de los pulpos en sus músculos, habrá que buscar más bien la respuesta en su cerebro… Pero en esto profundizaremos más adelante…

José Fco Zamorano Abramson | 02 de noviembre de 2010

Comentarios

  1. Paco
    2010-11-02 01:17

    Impresionante el mimic octopus. Una pregunta, ¿no corren peligro los sneakers de que los “coja” otro macho por error? Menuda sorpresa para ambos :-P

  2. Gazu
    2010-11-09 09:27

    estan muy buenas tus investigaciones sobre animales che, yo me pregunte lo mismo paco jajaja


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