Se pretende ir construyendo, los días 10 y 20 de cada mes, una antología personal de poemas (que no de poetas) de autores más o menos contemporáneos, más o menos conocidos. Los poemas tienen en común el ser lo suficientemente cerrados para producir una sensación/idea compacta y lo bastante abiertos como para que además emerjan nuevas significaciones con cada nueva lectura. La autora es profesora del Departamento de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Psicología de la UCM.
Porque no soy un árbol
ando enojado, ¿sabes?
Porque no soy un árbol, en mi tronco
nadie ha grabado nunca un corazón
persistente,
ni ninguna inicial que resulte legible
al cabo de los años.
Porque no soy un árbol, los vientos me sorprenden
en cualquier dirección,
desorientado siempre,
incapaz de defensa: insostenible.
Porque no soy un árbol, los bosques me rechazan
y un brazo en la cintura
jamás será bastante compañía.
Porque no soy un árbol
ando enojado, ¿sabes?
Soy un hombre.
Ramón Buenaventura
de Los papeles del tiempo1. (Hiperión, 1984)
Notas
1 Está publicado junto con Vereda del gamo.
2007-11-20 20:04
No sé qué decir, María José: que me encanta el poema, que me encanta el poeta, que me encantan, además, sus libros con sus notas a pie de página (es de los pocos autores en los que voy buscando las notas como quien busca una buena cita).
Es curioso el título, quizá sea así porque Ramón Buenaventura piense que esto se aprende en la vejez, no sé. A mí la poesía no me remite a un ser envejecido, me parece una preciosa imagen de la vulnerabilidad y de la fortaleza del hombre, y de su necesidad de amar y ser amado. Jo, dicho así queda realmente cursi: qué bien lo dice el poeta en su poema.
Un beso.
2007-11-20 20:17
Yo de poesía ando pez, la verdad, pero Ramón Buenaventura tiene, por si interesara, una novela que en su día me parecío el libro que soñaría escribir yo. Se llama El año que viene en Tánger, lo tenía editado Debate. Por lo demás leo con atención y callo, que es lo que debe hacer el ignorante.
2007-11-20 20:41
Interesante texto. Al tangerino Ramón Buenaventura, excelente traductor de Arthur Rimbaud, le agradezco aún su «Las diosas blancas», aquella antología que en los años ochenta dio a conocer los versos de varias jóvenes mujeres españolas (Isla Correyero, Almudena Guzmán, Luisa Castro, Blanca Andreu, etc.). Recuerdo sus análisis rigurosos.
2007-11-20 23:04
Casualmente la publicación de este poema de Ramón Buenaventura aparece unos días después del fallecimiento de su hermana. Ojalá sirva para darle ánimos. Me conmovió profundamente el post –poesía verdadera– en el que lo anunciaba (lo copio aquí porque no puedo referenciar un post concreto dentro de su blog):
«Estaba tan tranquilo, jugando en el suelo con los futbolistas o los ciclistas, o leyendo en el sillón Felipe II algún tomo de la colección completa del Coyote que acababa de regalarme mi abuelo, u hojeando el DDT, el Pulgarcito, el Dumbo, cuando de pronto unas pequeñas manos me agarraban por el cuello y, al escalofriante grito de «¡Yo ero una coreana!», mi hermana Laura trataba de estrangularme.
Acababan de estrenar en el cine Astoria de Alcazarquivir una película de la guerra de Corea titulada Paralelo 38, y habíamos ido a verla mi hermano Íñigo y yo, y quizá otros amigos, llevándonos a Lury. Tuvo que ser una de las primeras veces que fue al cine.
Ayer estaba muerta, en su cama de Sevilla la Nueva.
Era fuerte. El cáncer de pulmón tardó dos años en acabar con ella, y vivió su propina con intensidad. Su casa, ayer, estaba llena de amigos que no lograban aprenderse su ausencia.
Esta noche la incineraremos.
Adiós, coreana.
Aquí nos quedamos, con tu memoria.»
2007-11-20 23:20
La primera entrevista que realicé en mi vida fue a Ramón. Por aquel entonces, 2001, él era la red y nos inició a muchos en ella. Entonces descubrí en su página libres para descarga sus libros de poesía; me los bajé y me los leí todos para preparar la entrevista, aunque no se note mucho desde la distancia. Que no haya vuelto a escribir ninguno es una auténtica pérdida..
Saludos.
2007-11-22 10:35
Gracias, María José, por recordar aquí ese hermoso poema de Ramón Buenaventura: un poeta que se anticipó a su tiempo, y a quien no se le ha hecho justicia.
La primera vez que te leí a ti, Marcos, fue, precisamente, en esa estupenda entrevista que le hiciste a Ramón, a quien comencé a leer en el año 1996, cuando se publicó El año que viene en Tánger. ¡Y para mí fue una revelación!, que nada tiene que ver con la sonoridad publicitaria que acompañó la salida del libro. La riqueza de su léxico, no exento de provocación, las lecciones magistrales de sus geniales notas a pie de página, y los preciosos versos de León Aulaga, me e n c a n t a r o n.
Los versos de León Aulaga, Tres movimientos, El abuelo de las hormigas y Teoría de la sorpresa, mis preferidos, podéis leerlos en su página. Corred a leerlos, t o d o s, con detenimiento, y recrearos en el GOZO de esas palabras.
¡Permitid que os toque el poeta!
Cordiales saludos.
«Cuando las rosas hablan (cuando nunca, que es el tiempo del cuento), la vieja adoctrina a la joven: — No permitas que te toque el poeta. Y no le sigas el carpe diem. La belleza es haber sido bella. No existe método alguno para haber sido. Sólo se llega cuando ya se está. Y nada encaja en la palabra rosa. Ni siquiera la plástica oración del poema.» (Ni siquiera la plástica necesidad de las palabras por descubrirse una memoria propia.)Teoría de la sorpresa
«Hay relación de brillo entre la sal y el fuego y la mirada.
Y la memoria es sal que va quedando, o restos del incendio
o destellos de luz en lejanías turbias.»
«Los versos de León Aulaga»
El año que viene en Tánger
«El abuelo de las hormigas, no obstante su recia fe en el estrépito y en la bullanguería de la confraternidad, reverencia el sigilo de las rosas. Respeta el culto del mutismo, de la quietud, que otras civilizaciones tienden como único puente hacia la salvación: lógica impecable —puesto que la perplejidad divina, siendo honrada, debería conducir a la parálisis. Estasis o nirvana. Nula acción. El abuelo de las hormigas, a pesar del acatamiento, cree en el cambio crecedero; es decir: en la comunicación de las hazañas, la gesta ejemplar y el asalto colectivo. Las rosas en el búcaro, ojo del huracán, calladas; pero la mano sirve para prendértelas —e inaugurar tras ello una crepitación de percepciones.»
El abuelo de las hormigas2007-11-22 11:07
Ayer precisamente me enteré de la muerte de la hermana de Ramón; la noticia apareció en su blog y le envié una nota de condolencia.
Gracias de nuevo por traera aquí al autor y el poema.
Un abrazo
Mariano Ibeas
2007-12-20 11:52
La dirección de Mariano Ibeas es Deldesvan . Vamos, que aunque se empeñe en poner la dirección mal, basta con cambiar en la que él da el .es por .com.
Mariano: ¿es que no quieres que leamos tus poesías o qué?
Un beso.
Perdón por la pequeña digresión, María José.
2011-12-04 22:49
Don Ramón, espero pueda contestarme.
He leído varias novelas de Philip Roth traducidas por usted magistralmente. Lamentablemente no he podido leer Las Correcciones, está agotado en español.
Llevo leídas 100 páginas de Libertad de Jonathan Franzen y no me he podido acostumbrar a su traducción, hay párrafos realmente ininteligibles. Habría sido deseable que usted la hubiera traducido. Es una lástima porque creo que es una buena narración. ¿Qué opina usted de la traducción?
Gracias