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Ciencias y letras por Salvador Ruíz Fargueta

Ciencias y letras, trata de acercar las dos culturas , favorecer su mestizaje. En realidad, sólo es una cultura que nos puede acercar más a nosotros mismos, a las complejas relaciones humanas, al mundo y a sus interrogantes. El autor, ingeniero y físico, es editor de La bella teoría. Publica los días 1 de cada mes.

Gigantes estelares

Hace unos meses, un equipo de astrónomos dirigido por Paul Crowther, profesor de astrofísica de la Universidad de Sheffield del Reino Unido, descubrió las estrellas más masivas conocidas hasta entonces en el cúmulo estelar R136. La mayor de todas es la llamada R136a1 que debió pesar al “nacer” unas 320 masas solares. En la actualidad su masa se ha reducido a 265 veces la masa del Sol, ya que ha transcurrido poco más de un millón de años desde su nacimiento, y su brillo es del orden de 8.700.000 veces el brillo del Sol.

Lo que más me ha impresionado de la noticia, y me da idea de la magnitud que representa, es la imagen que transmite pensar que situando esta estrella a la distancia de la estrella más próxima a nuestro sistema solar (Próxima Centauri, a 4.2 años luz) brillaría, prácticamente, como la Luna llena: ¡¡¡A una distancia tan grande que a la luz le costaría cuatro años en llegar (nuestro Sol está sólo a unos 8 minutos luz de nosotros) y veríamos la estrella con el tamaño de la Luna llena!!!

La R136a1, es una estrella supergigante azul, un tipo muy difícil de detectar, pues viven relativamente poco tiempo para poder emigrar lejos de sus lugares de nacimiento y están demasiado cerca de otras estrellas, dado que se forman en entornos muy densos y activos. El grupo de Crowther realizó un tamizado a través de observaciones tomadas por el Telescopio Espacial Hubble a principios de esta década y las combinó con nuevas imágenes del Observatorio Austral Very Large Telescopio Europeo (VLT) en Cerro Paranal , Chile. Con la tremenda resolución del VLT, el equipo fue capaz de detectar a tres estrellas supergigantes en el cúmulo estelar NGC 3603 y cuatro en el grupo R 136, situadas a 22.000 y 165.000 años-luz de distancia, respectivamente.

La masa de las estrellas determina su destino. Nuestro Sol es un tipo de estrella bastante normal llamada enana amarilla. Se formó hace unos 5000 millones de años en el interior de una nube de gas y polvo y le quedan otros tantos millones de años para transformar la mayor parte del hidrógeno de su núcleo en helio, en un proceso que se llama fusión nuclear que lo mantiene produciendo la energía vital que nos envía a la Tierra. En esa fase final, todavía lejana, el núcleo se contraerá mientras que la envolvente de gas se irá extendiendo, de forma que el Sol aumentará de tamaño (llegará a devorar nuestro planeta) y su temperatura disminuirá. Irá convirtiéndose en un gigante rojo y posteriormente en una enana blanca, cuando sus vientos estelares hayan expulsado las capas más externas. Otro tipo de estrellas, las enanas azules, más masivas, pero menos comunes que las enanas amarillas, duran sólo una fracción de ese tiempo, y explotan como supernovas en aproximadamente unos 30 millones de años.

Durante décadas los astrónomos han estado buscando supergigantes azules. El equipo de Crowther, después de un trabajo exhaustivo con los medios más potentes de que disponemos logró “cazar” varias supergigantes a cientos de miles de años luz de distancia.

La astronomía es lo más parecido que tenemos a una “máquina del tiempo”. La imagen más profunda del universo fue tomada el pasado mes de agosto por el Telescopio Espacial Hubble con su nueva cámara. La luz de algunas galaxias que aparecían en esa imagen fue emitida hace más de 13.000 millones de años. Como la velocidad de la luz es finita, estas galaxias se muestran tal como eran cuando la luz partió desde ellas. Las más lejanas corresponden a la etapa más primitiva del universo.¡¡¡ Los récords de lejanía nos muestran como eran las primeras galaxias, que se formaron unos 500 millones de años después del Big Bang !!!

Artículo de Science sobre R136a1
Revista Mètode de la Universidad de Valencia, número de primavera 2011 : “Citius, altius, fortius” de Vicent J. Martínez. Dtor. de l´Observatori astronòmic de la U.V.

Salvador Ruiz Fargueta | 01 de junio de 2011

Comentarios

  1. Celebes 2.0
    2011-06-01 14:40

    Es una suerte que podamos conocer, explorar y comprender la inmensidad estelar para poder medir nuestro ego de forma mucho más exacta.

  2. Salvador
    2011-06-02 02:57

    Es verdad, hay egos inmensamente mayores que el propio universo. Un abrazo.


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