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Ciencias y letras por Salvador Ruíz Fargueta

Ciencias y letras, trata de acercar las dos culturas , favorecer su mestizaje. En realidad, sólo es una cultura que nos puede acercar más a nosotros mismos, a las complejas relaciones humanas, al mundo y a sus interrogantes. El autor, ingeniero y físico, es editor de La bella teoría. Publica los días 1 de cada mes.

¿Y si el tiempo no existe?

¿Es posible que el tiempo sea un espejismo que crea nuestra memoria? Si la realidad fuera una sucesión de AHORAS que sólo podemos enlazar con nuestra memoria, el tiempo en sí no existiría . Esa es la teoría del físico inglés Julian Barbour , que junto con otros físicos de primer orden como Carlo Rovelli creen que el tiempo no es una magnitud fundamental, en línea con la creencia de grandes físicos como Wheeler y De Witt que hallaron la expresión, que lleva su nombre, en la cual no aparece el tiempo como variable explícita.

El tiempo, ¿sólo una ilusión? Así expresó Einstein su pésame, a la hermana y al hijo de su gran amigo Michele Besso: “Para nosotros físicos convencidos, la distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión, por persistente que ésta sea.”

Einstein, en realidad, estaba generalizando los sucesos reversibles de la física newtoniana y relativista, y tomaba la reversibilidad como un universal al que, realmente, no están sujetos la mayoría de sucesos complejos de nuestro universo.

Barbour mantiene la idea de que existen muchas cosas diferentes a la vez en una clara relación mutua. La totalidad de interconexión básica entre todo se convierte en una cosa en si, en un momento. Y hay muchos de esos Ahoras, todos diferentes los unos de los otros. La gente está segura de que el tiempo está ahí, pero que no pueden cogerlo. Pero para Barbour si no se puede obtener nada de él es porque no está allí en absoluto. Eso es lo que nosotros nos creemos, que existe el flujo de tiempo – y hasta vemos su movimiento – pero es, en realidad, una ilusión (como decía Einstein). Ha llegado a esa conclusión después de ver lo que la mecánica cuántica nos dice sobre cómo podría ser el universo.

La idea del ensayo proviene de que en la teoría general de la relatividad cada curva espacio-temporal tiene su propio tiempo (llamado tiempo propio). Cada observador tiene su propio tiempo y la teoría nos dice cómo debe calcular el de otro observador. El físico italiano Carlo Rovelli propone que la Gravedad Cuántica será una teoría sin tiempo global en la línea de la ecuación de Wheeler-De Witt, que carece de tiempo explícito. ¿Cómo surge el tiempo? Es una magnitud estadística, no fundamental. Cuando el número de grados de libertad crece emerge una noción “entrópica” del tiempo. Rovelli le llama “Hipótesis del Tiempo Térmico” (el tiempo es como la temperatura, a nivel microscópico es un concepto sin sentido).

Sobre este interesante tema, en la última revista Mètode el Dr. Jorge Wagensberg , uno de los científicos españoles que más admiro, nos propone una visión de la inexistencia del tiempo basada en la teoría de supercuerdas. Según el físico español José Senovilla, catedrático de la Universidad del País Vasco, existe una interpretación de la realidad según la cual el tiempo se va desacelerando con el turbador pronóstico de que acabará parándose. Es decir, aunque sea indetectable a nuestra percepción, los segundos y minutos que marcan los mejores relojes no son todos iguales.

El modelo propuesto por Senovilla y su equipo abre la posibilidad de que nuestro mundo sea un corte transversal, una especie de membrana en un mundo de bastantes más dimensiones. En nuestro particular y limitado mundo el tiempo se frena y se convierte en espacio. Esta idea concuerda con el contexto general de la física moderna porque resuelve problemas y contradicciones pendientes y no crea otros nuevos. Según Wagensberg, la situación recuerda mucho a la que había a principios del siglo XX con el misterioso éter, un fluido omnipresente que se inventó para comprender cómo se propagan las ondas electromagnéticas en el vacío. Michelson y Morley dedicaron su vida a buscarlo sin encontrarlo, hasta que llegó Einstein con su famoso artículo de 1905 e hizo añicos la respuesta por el sencillo procedimiento de cambiar la pregunta. El éter no era necesario y nadie volvió a nombrarlo. Pues bien, uno de los misterios actuales más inquietantes es que es y donde se encuentra la energía oscura del cosmos. Su existencia se hace necesaria para explicar la observada expansión del universo. Con la nueva concepción la energía oscura es, como fue el éter, un concepto superfluo porque no es que el cosmos acelere su expansión sino que el tiempo se ralentiza. El tiempo se irá frenando cada vez más hasta pararse por completo. El tiempo morirá y desaparecerá y el mundo quedará congelado en una última instantánea.

El tiempo comenzó con el Big Bang. Si fue capaz de aparecer, por qué no va a ser capaz de desaparecer?

La ciencia nos descubre un mundo cada vez más extraño y ajeno a nuestra intuición. Es difícil no creer en el tiempo, al que asociamos todos los cambios que ocurren en nuestro entorno y dentro de nosotros mismos. Parece omnipresente en nuestras vidas. Pero desde la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, cada vez está más claro que una cosa es lo que la realidad parece ser y otra lo que es de verdad .

Salvador Ruiz Fargueta | 01 de abril de 2013

Comentarios

  1. Jose
    2013-09-28 01:46

    Carece de sentido decir que el tiempo no existe,como lo seria negar lo largo o lo ancho.Es una dimensión,una forma de medir, que es diversa lógicamente en un sistema reversible,modular,que en otro irreversible.Quizas lo que quería negar Einstein era el pasado o el futuro absolutos


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