Cartas desde… es un intento por recuperar el espíritu de las corresponsalías epistolares de la prensa decimonónica, más subjetiva, más literaria, y que muestre una visión distinta y alternativa a la oficial de Agencias.
Alfredo Herrera Patiño
En México es casi imposible, en verdad, realizar un fraude electoral. Tantos años de trampas y controles hicieron que, con los años, se redactara una de las leyes electorales que impide hasta lo imposible y dirige y constriñe lo posible. La credencial de elector tiene fotografía, la lista de electores en donde se le busca a uno al ir a votar al presentar la credencial es una copia fiel de esa credencial. Los funcionarios de casillas son ciudadanos elegidos por medios aleatorio. En cada casilla, más de 130 000 en estas elecciones, hay representantes de casi todos los partidos, al menos de los tres más importantes y se permite la presencia de observadores nacionales e internacionales. Los votos se cuentan en presencia de todos y los resultados de esas sumas se plasman en un acta por casilla, de la cual tienen copia todos los representantes de partidos. Por medio de internet puede verse el resultado casilla por casilla, consúltese http://prep.eluniversal.com.mx/ o http://www.ife.org.mx.
Hace algunas semanas atestiguamos un muy lamentable desalojo, violento, de los maestros en Oaxaca. En México vivimos cada día más en la representación. La mañana de ese día se habló de varios muertos. Como si fuera un programa de los Simpsons, esos muertos, al trasladarlos a mejores hospitales, mejoraron su condición a vivos. Pero el golpe en medios estaba dado, en el mundo se dijo que había muertos. Y casi en guión cómico matizaban al paso de las horas: hay seis muertos, cuatro de los cuales estan confirmados… Y así, hasta que no hubo muerto alguno. Un golpe para los medios…
Las elecciones apenas comienzan. Se enfrentan dos formas de hacer política. Una, la antigua, dedicada a presionar, a representar y a difundir medias verdades, otra, institucional y legal. El Instituto Federal Electoral es un órgano del estado mexicano, no de su gobierno. Es autónomo y es el encargado de organizar y calificar la elección. Antes de las elecciones, se acordó entre todos los partidos que si la diferencia arrojaba por el conteo rápido realizado por el IFE no mostraba una diferencia de más de un punto porcentual, no se daría a conocer, y así sucedió. Ahora se reclama, obviamente, ese hecho.
Cada elección se impugna. Es la costumbre ahora en México. No hay, hasta el momento, indicios de violencia alguna. Preocupaba a muchos, a mí entre ellos, la posibilidad de violencia el día de la elección, poco probable, pero no imposible. Pero esa posibilidad se conjuró. Que tanto Andrés Manuel López Obrador como Felipe Calderón Hinojosa se hayan declarado ganadores era de esperarse. Que Andrés Manuel López Obrador no reconozca los resultados hasta ahora no sorprende, o no debiera sorprender, a nadie, su campaña se basó precisamente en decir que no los iba a reconocer. Afirmó, en este mundo de la representación, que sus encuestas mostraban que iba a ganar con una diferencia de diez puntos. Ahora nadie se acuerda y afirma en cambio tener 500 000 votos a su favor, pero no muestra las actas que lo demuestre.
En México no existe el voto en blanco, para anularlo hay que tachar toda la boleta o dos o más opciones. Si aparece una boleta en blanco, en presencia de todos se nulifica mediante una raya cruzada. Todo está previsto en la ley. También prevé el voto a candidatos no registrados, que se contarán, para efectos prácticos, como votos nulos, pero están diferenciados. Si los sumamos, llegan entre votos a candidatos no registrados y votos nulos, casi a millón y medio.
La apuesta de los dos partidos perdedores, el Partido Revolucionario Institucional, que tiene junto con el Partido Verde casi el 30% del congreso, y la Alianza que postuló a López Obrador, con otro 30% del congreso, es presionar a Felipe Calderón Hinojosa, el Partido Acción Nacional, a darles posiciones de poder dentro de su gobierno. Obligarlo a pactar antes de llegar a la presidencia. Quizá lo logren, desgraciadamente. Y esa forma antigua y rapaz de hacer política, la forma tradicional del partido del gobierno, el PRI, no ha desaparecido. Por ello es tan importante el Instituto Federal Electoral. Cuando de los resultados comenzará en verdad la elección. Es del todo probable que impugnen todas y cada una de las casillas, pero deben demostrar discrepancias entre actas para hacerlo. El Miércoles comienza el cotejo de esas actas. Todos los votos están resguardados en paquetes enviados al IFE. Si en una casilla un paquete está dañado, vuelve a contarse. Si hay la mínima discrepancia entre las actas de una casilla, vuelve a contarse. Si no es legible el acta, vuelve a contarse. Los datos preliminares son la suma de esas actas. Hay errores, mínimos, por eso no son definitivos. Pero, pese a las impugnaciones, el Tribunal Federal Electoral dictará sentencia, sin importar el número de anomalías, a más tardar a finales de Agosto. La Ley, insisto, todo lo tiene previsto.
Como en el caso de Oaxaca, todo indicaba la imposibilidad de llevar a cabo las elecciones en la capital del estado, si nos ateníamos a las declaraciones de unos y otros. Mágicamente todo quedó arreglado. ¿Dónde radicó la magia? En los acuerdos extralegales. La preocupación de gran parte de todos los votantes es esa, que no haya acuerdos, como decimos en México, “en lo obscurito”, lejos de la mirada y el escrutinio público. El IFE es la mejor garantía. La estrategia de muchos es sembrar la duda y dejar ver la posibilidad de enfrentamientos. Hasta este momento, dos de los candidatos derrotados, Roberto Campa, que obtuvo menos del uno por ciento, y Roberto Madrazo, que obtuvo poco más del 20%, han reconocido su derrota. Andrés Manuel López Obrador no lo hará pronto, quizás nunca, y ahí radicará su debilidad y su fortaleza, para la próxima elección, en los rituales del caos…
2006-07-11 22:56
Eso de que no es posible realizar fraudes no te lo creo máxime que ahora existe la informática. Te sugiero leas: “El sistema computacional del IFE es vulnerable, afirma experto del IPN”, periódico La Jornada, página 12 del martes 12 de julio de 2006.
Además, el voto si puede ser manipulado y ahí los medios televisivos jugaron un papel importante, espcificamente el caso del mediocre programa de Televisa, denominado el Privilegio de Mandar, evidentemente muy, pero muy tendencioso. Por cierto, programa cómico, en donde unicamente es invulnerable Emilio Azcarraga Jean. Este señor esta por encima del Presidente de la República y nadie osaria, ni siquiera los de la competencia(Tv Azteca) parodiar al dueño de TELEVISA, EL GRAN ELECTOR EN MEXICO.