Libro de notas

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El receptor por Jónatan Sark

Televisión hay, aún, por todas partes. Mientras avanza el siglo, e Internet la remplaza, queda como el electrodoméstico más importante. El que expulsa información sin parar. Información que debe ser sopesada. Esta columna tiene como finalidad y motor reflexionar sobre lo que se emite por televisión y considerar críticamente lo que en ella se ve y expone. Y lo hacía cada lunes. Sigue en elreceptor.com.

Deathmatchizando novedades pilotales septembrinas

Un mes más tarde y toda la buena impresión que había dejado el verano ha desaparecido con las novedades de Septiembre. ¿Qué ha podido suceder? Bueno, además de que haya más novedades estadounidenses que del resto de países… O quizá por eso mismo… Pero tampoco voy a quejarme, algún estreno concreto como el de Moone Boy —por fin— compensa con creces todos estos pilotos de la temporada de lanzamientos otoñales. Así que dejemos de darle vueltas al asunto y vamos a lo que os interesa:

¡Que comience la lucha!

666 Park Avenue
Independientemente de las expectativas puestas en esta serie sólo hace falta ver el prólogo de la misma para ver que algo queda raro. Terry O’Quinn, más mefistofélico que nunca, observa el destino que le aguarda a un violinista en lo que podría ser el remate de una extraña aventura de la EC. Es decir, el horror que le espera —o se le presupone— tiene un marcado componente entre el retro y el dibujo animado. De hecho, todas las apariciones del dúo que forma O’Quinn con Vanessa Williams podrían caer en el terreno de lo risible, de las actividades de dos villanos de opereta… Aunque O’Quinn, omnipresente durante el piloto, no deja de ser el contrapunto de nuestros protagonistas: Dos lelos que llegan al edificio encantado dispuestos a mejorar su vida en un mundo en el que, por lo visto, nadie tiene un acceso a internet en el que ver qué se cuenta del edificio Dakota, digo, Drake. No es que les suceda gran cosa después, la verdad, muchos repasos a los habitantes en lo que podría ser la versión diabólica de Acosada y un aire muy vago de terror entendido como una versión tontorrona —más si cabe— de Pactar con el diablo. Es imposible no compararla con American Horror Story y, sobre todo, no hacerlo desfavorablemente. Como la ingenua pariente de campo que acaba de llegar a la ciudad. Ya puede ir mejorando rapidito, vaya.

Animal Practice
Suele ser una mala señal para una serie cuando las mejores frases las tiene el animal de compañía. Aquí damos un paso más, no sólo lo mejor de la serie es un mono, además es un mono que no habla —y si has visto suficiente tele ya sabes que no tiene por qué ser lo lógico— pese a lo cuál hay una cierta voluntad, o una buena voluntad, por hacer algo si no interesante sí al menos divertido con esta serie. Lamentablemente está lastrada por todo tipo de problemas, desde un reparto que ha ido a buscar lo más raro de cada casa para ver si de ahí pueden salir unas risas a una sensación generalizada de que, en realidad, no hay tanta diferencia ni distancia entre lo que han conseguido y lo que series con menos ganas han logrado. Pero al menos tantas ganas dan motivos para seguir viéndola a ver si logran engrasar la máquina y cumplir lo que desean. Aunque para eso tengan que aceptar que están sobreutilizando al mono. —Que, por cierto, es Crystal, ya sabéis: Annie’s Boobs

Ben and Kate
Dicen que los temas que se repiten lo hacen más que por moda por ser el espíritu de un momento. Yo pienso que sin esas modas y su éxito o fracaso no lo tendríamos pero, en fin, quizá es sólo porque hubiera preferido muchas otras cosas antes de sufrir este piloto sobre uno de los temas recurrentes de la nueva temporada —y de lo que se ha venido a llamar Nueva Comedia Americana —, el de los man-childs, el peterepanismo llevado un paso más allá con adultos que ya no sólo tienen alma de niño, además se comportan como tales incluso cuando las circunstancias dictan que tendrían que ponerse a actuar ya ante sus responsabilidades. Lamentablemente en esta serie lo que se nos muestra como pueril es, en fin, todo. El personaje de Ben (Nat Faxon, un cómico/guionista que merecía algo mejor), se limita durante 22 interminables minutos a comportarse como haría un menor de edad, a veces uno de 16 años, otras como uno de 10, en ocasiones incluso como si tuviera 6… La misma encarnación de Lo Insoportable, máxime cuando le ponen enfrente a una niña, su sobrina, para que nos demos cuenta de cómo de infantil es el personaje. Un espanto, vaya.

Brickleberry
¿He dicho que la anterior serie es un espanto? Pues no os podéis hacer a la idea de lo que es esta. De hecho, mejor no miréis demasiado sobre ella porque cuanto menos sepáis de esta serie de animación realmente perezosa, tanto en lo referido a la forma de animar como en su guión, más feliz seremos todos. Y no sigo, esta patochada pseudoadolescente que sale de aplicar el humor rijoso a algo cercano al Oso Yogi podría llevar a dejarme sin adjetivos negativos y estamos sólo en la cuarta serie.

Cheer
En contra de lo que yo pudiera pensar esto no es una serie deportiva, es un reality o docureality . No, no sobre cirugía plástica, sobre animadoras. Sobre concursos de animadoras, de hecho. Yo paso.

Cuckoo
Otro arquetipo cómico clásico. El extraño que revoluciona una familia normal. Solo que aquí en lugar de un alienígena del planeta Melmak tenemos a un inocenton pseudohippie estadounidense que viene a amargar la existencia de toda una familia y —es de suponer— a hacerles mejor personas. Primer trabajo de Andy Samberg para televisión tras haber abandonado el SNL, la verdad es que queda todo bastante… visto. Cierto es que el personaje es poco original, y el piloto ha sido sólo una presentación de personajes, pero parece todo tan encarrilado y rutinario, que sólo los fanes de Sandberg y los que puedan superar esa sensación de déjà vu apreciarán realmente.

Cybergeddon
Esto puede llevar un rato. Anthony E. Zuiker es el creador de CSI, Yahoo es una web y Norton un antivirus. Pero todos tienen un interés común; o dos, si contamos hacer dinero. De momento han intentado hacer evolucionar el concepto de webseries con una mezcla de 24 y Alias que incluye ecos a la cultura hack y a los thrillers informáticos. Los nueve capítulos —de unos 10 minutos de duración— que se pueden ver a estas alturas nos ofrecen una idea bastante consistente de lo que pretenden y lo que tienen. Entre otras cosas, poco dinero. No es que otras gloriosas webseries como el Dr. Horrible nadaran en dinero precisamente pero lograban resultar mucho más creíbles, quizá porque Whedon estuviera acostumbrado a hacer de la necesidad virtud, quizá porque los actores principales de esta Cybergeddon parecen estar más en una obra de instituto que en algo cercano a una serie real. Claro que los papeles de una especialista en cyberseguridad y su compañero del FBI tampoco parece tener mucha más salvación. En fin, un experimento más curioso que logrado, quizá con tiempo…

Elementary
He aquí un caso de serie mala no sólo por si misma sino, sobre todo, por la absoluta pereza mental de los creadores de la misma. En los últimos tiempos hemos podido ver un par de adaptaciones de Sherlock Holmes interesantes, y no me refiero sólo a la de Garci. Tanto Guy Ritchie como el dúo de Steven Moffat y Mark Gatiss le buscaron las vueltas a la idea original, David Shore lo reformuló en House y el concepto de genial ayudante de la policía que podemos trazar desde Monk a Perception, pasando por las locuras de Psych o su versión mainstream de El Mentalista, nos han ofrecido toda una serie de posibilidades y variaciones, de ideas desde la que se podría haber trazado la serie. Y no. En absoluto. La idea de Sherlock Holmes en el Siglo XXI ha sido tratada con mayor o menor éxito en múltiples ocasiones pero siempre entendiendo que Holmes no es una persona más y que sus aventuras no pueden ser una serie del montón, que es precisamente el problema aquí. Estamos ante otro de esos rutinarios policiacos de la CBS, sin cualidad alguna que pueda redimirlo, tan aburrido y plano que pronostico un abandono continuo de espectadores al no encontrar no ya ideas originales tras la presentación sino un reto o una narración del misterio a la altura del protagonista sino un caso tan estúpido y rutinario que produce bochorno verlo fuera de, digamos, Diagnóstico: Asesinato. Los momentos de presunta genialidad de Holmes están a años de distancia de los de, pongamos uno, Monk y las escenas que lo muestran producen, fundamentalmente, vergüenza ajena — Un ejemplo claro de esto es la escena de los vasos rotos— de manera que uno acaba pensando que para esto hubiera sido mejor que El regreso de Sherlock Holmes (1987), descongelado en pleno siglo XX gracias a Jane Watson, hubiera conseguido pasar de piloto reconvertido en telefilm.

Go On
Una de las promesas del año. Y el asunto está en promesa porque de momento le queda bastante camino que andar, pero tampoco Community había desarrollado su potencial en los 6 primeros episodios. Y la comparación no es ninguna tontería porque hay bastante de la serie de Harmon en una especie de revisión para todos los públicos que cambia a Joel McHale por un Matthew Perry tan adorable como de costumbre y una enorme cantidad de secundarios de diversas procedencias —y con un motivo para reunirse de lo más ridículo sea todo dicho— que funciona más para crear ese ambiente de camaradería artificial que acabará siendo auténtica —estos grupos cada vez tienen más gente, y mira que poner a siete personajes de protagonistas ya era un montón de gente para mover— . Ah, otro punto a favor es el magnífico trabajo de casting de los secundarios, muchos de ellos reconocibles y entre los que destaca una Julie White en estado de gracia.

Gordon Ramsay’s Ultimate Cookery Course
Todo llega en esta vida, incluso un programa de cocina de Gordon Ramsay en el que en lugar de gritarle a cosas se dedica a cocinar, a demostrar técnicas, a dar sugerencias. Un programa agradable en su sencillez en el que se nota lo buen cocinero que es, por fin. A ver si logran emitir todos los episodios sin que le grite ni a una silla vacía.

Guys with kids
Como decía antes, hombres que tienen que hacerse cargo de sus responsabilidades. Hombres que tienen que cuidar de sus propios hijos. ¡Oh, qué hilarHUID, INSENSATOS, AÚN ESTÁIS A TIEMPO DE NO ACERCAROS A ESTE TORDO!

Homefront
Poco que decir de esta serie, especie de versión británica de Army’s Wives contando la vida en su país de los familiares directos de soldados en el frente. Un drama sencillote que casi podéis ir imaginado los temas que tratará.

Hot Set
Vale, esto tampoco es una serie. Pero me apetecía hablar un mínimo de ello. El canal SyFy ya tenía un concurso de realizar maquillajes y efectos especiales. Pues bien, Hot set es el siguiente concepto. Un concurso de construcción de decorados, desde burdeles futuristas a naves espaciales estrelladas. Un interesante curiosidad.

Last Resort
A veces las series son más de lo que parecen, otra son menos, pero casi nunca son muchas posibilidades. Con una apariencia original de miniserie pasada a serie regular —aunque por las cifras del piloto lo mismo acaba siendo mini— esta extraña idea que remite a submarinos nucleares y oscuras tramas gubernamentales tiene los materiales —y los actores— para llegar a ser una buena serie. Veremos cómo evoluciona y si hay un plan de contingencia por si lo cortan en el 6º.

Leaving
Historia romántica en tres partes sobre un joven veinteañero desencantado y una cuarentona casada y con hijos que un día conectan. Me temo que estoy muy lejos de ser el público de este tipo de dramas.

Made in Jersey
¿En dos palabras? Snooki Abogada. No os riáis que es en serio. Una muchachita de New Jersey —menos esférica y retaco, eso sí— entra en una firma de Nueva York, allí tiene que hacer valerse por encima de sus snobs compañeros y jefes. ¿Quién metió en medio de esto a Kyle MacLachlan? ¿Quién ha pensado que esto podría funcionar? Una tontería, vamos.

The Mindy Project
De las tres series que ha estrenado la FOX este mes esta es la única que merece la pena. Porque Mindy Kaling, a quien quizá recordéis de The Office, es más que la protagonista, también es una buena cómica. El pero es que ha elegido un tipo de comedia que bebe no tanto de 30 Rock como de Bridget Jones, aunque sea una versión algo más feminista —sin pasarse—, centrándose en el aspecto romántico de la misma. Sin embargo las tablas y los actores, invitados incluidos, salvan los muebles. Una vez más, habrá que esperar a ver cómo evoluciona.

The Mob Doctor
A esta, tercer estreno de FOX junto a Ben & Kate y The Mindy Project, no vamos a verla evolucionar mucho más. Quizá incluso la cancelen esta misma noche. Y será difícil saber a qué echarle la culpa. Es decir, el título es estúpido. No hay dudas. Pero una vez tienes ese título… ¿a quién se le ocurre coger la historia de una doctora que paga las deudas de su hermano con la mafia haciéndoles trabajitos y lo convierte en Anatomía de Gray? ¡No se puede tener contentas a TODAS las Mafias! De manera que si te interesan los mafiosos acabas aburrido de las tramas de hospital —tramas ridículas, más parahospitalarias que realmente de médicos— y esperando que salgan los mafiosos, aunque estos se dediquen a trabajar de una manera ridícula y caricaturesca de cliché en cliché. En fin, otra vez será.

Moone Boy
Enorme. Grandísima. No sólo la mejor serie del mes, también una de las series del año. Chris O’Dowd crea esta serie, junto a Nick Vincent Murphy, a partir de su participación en el espacio de cortos humorísticos navideños Little Crackers en la que adaptaba un recuerdo de su niñex. En esta nueva serie el componente memorialístico sigue presente, pero aunque haya ecos de Aquellos maravillosos años no será la nostalgia lo que haga funcionar a la serie sino el humor, las aventuras del pequeño Martin Moone, su familia, sus amigos, en la Irlanda de finales de los ochenta, sus aventuras acompañado de su amigo imaginario Seàn —efectivamente, este es el personaje interpretado por O’Dowd— van más allá mostrándonos toda la vida del pueblo, y permitiéndose un surrealismo ligero pero contundente. ¡¡¡Por series como esta merece la pena verse todos los pilotos del mundo!!!

Mrs. Biggs
Imagino que el nombre de Ronnie Biggs no os dirá gran cosa. Una lástima, porque estamos hablando de un auténtico hombre infame, uno de los responsables del famoso Gran Robo del Tren de los años sesenta, fugado posteriormente de la cárcel, responsable de varios montajes publicitarios que, finalmente, regresó a su país para cumplir algunos años de condena y ser puesto en libertad rápidamente. Aún hoy, con 83 años, sigue viviendo… Pero no es de él de quien habla esta curiosa serie inglesa. Es de su mujer. La esforzada Charmian Powell, de casada Mrs. Biggs, luchando primero por salir adelante, teniendo que pasar de la ingenuidad a llevar una familia y, tras el Gran Robo, muchos más problemas saldrán y muchos más personajes son puestos en juego — de hecho, volveremos a encontrarnos la sombra de una figura fundamental de la televisión australiana, Kerry Packer — en lo que no deja de ser una curiosa versión del drama biográfico.

The Neighbors
Una mala serie no es sólo mala por su punto de partida. Me explicaré, no sólo porque el punto de partido parezca una estúpida ridiculez la serie tiene que ser mala, igual que no sólo un buen punto de partida hace una buena serie. En este caso el punto de partida es de lo más idiota que alguien se pueda imaginar: Una flotilla de avance extraterrestre lleva diez años atascada en la Tierra que tienen formas de ser distintas a la nuestra. ¿*_Los Caraconos_*? ¿*_3rd rock from the sun_* alguien? Y quien dice eso dice tomar ideas de Alien Nation y llevarlas al terreno de la sitcom. El problema aquí no es pues el punto de partida, es el desarrollo. En todo el capítulo se limitan a mostrarnos a los nuevos vecinos, humanos normales, que se encuentran con estos raros y la forma en que se adaptan a estos cambios. Y ya. No hay ningún intento real de una trama o de una construcción de gag más allá de Oh, son raros, comen lecturas y sangran por las orejas… Quizá sea pura necesidad de rodaje pero, francamente, es el tipo de cosa que hace desconfiar de una serie.

The New Normal
Otra de esas series que no están mal pero que quizá con algo de rodaje puedan ser verdaderamente buenas, sobre todo porque el reparto es estupendo, especialmente una desatada Ellen Barkin como una abuela controladora y ultraderechista, y detrás de las cámaras hay gente con demostrado talento —y cierta maldad refinada— como Ryan Murphy. Una vez más: Esperar y ver.

The Paradise
Por difícil que parezca creerlo estamos ante un drama de época de la BBC que está más cerca de Amar en tiempos revueltos que de Downton Abbey, y eso teniendo en cuenta que el material de partida es El Paraíso de las Damas (_ Au Bonheur des Dames_) de Émile Zola… En fin, ni los británicos aciertan siempre. Pero para los aficionados a las obras de época con fondo culebronesco y valores de producción medios/ altos seguro que os vale.

Partners
La forma sencilla de tratar esta serie sería decir que es un espanto y difícilmente llegará a los seis capítulos. La forma algo más elaborada incluye dos comentarios: El primero; que ver a Brandon Routh en la televisión, en un papel secundario de una sitcom, hacen ver lo rápido que una carrera se puede hundir, y menos mal que por lo menos esta vez es fijo, no como en Chuck. El segundo; que no me puedo creer que una historia tan tonta y manida con unos guiones tan ramplones puedan seguir viendo la luz teniendo en cuenta que ya en los noventa lo que contaban sonaba a viejo.

Revolution
El gran éxito de espectadores… de estas dos semanas. No olvidemos que pese a la retórica de las cadenas españolas que las compran y empacan ya antes otras series tuvieron un gran despegue para luego ser canceladas. FlashForward y The Event por citar dos de los ejemplos más claros y cercanos. En cuanto a la serie en sí… Poca chicha, da igual que JJ Abrams —que lleva un historial televisivo reciente de dos cancelaciones en la primera temporada, por cierto— se diga a los mandos. En el mundo la energía desaparece —Bueno, algo así, o a ratos, la verdad es que no parece que los guionistas tengan claro de qué va el asunto o cómo manejarlo— y ante un nuevo orden más cercano al medievo que a, pongamos, el siglo XIX en sus variantes europea o viejo oeste, los pueblos se organizan así, de cualquier modo. El batiburrillo de partida sirve para estrechar lazos con los juegos del hambre, la incapacidad de los guionistas obliga a empezar con un Quince años en el futuro para justificar el momento actual, la degradación total rápida y que, en fin, parezcan haber perdido la capacidad de leer de los libros. Si olvidamos cualquier intento de encontrar la lógica en el punto de partida o las acciones de los personajes —Es decir, si aceptamos que es otra de esas series de Abrams — lo que tenemos es una serie de acción de baja intensidad con un componente fantástico que, en fin, para tener puesta mientras escribes sin prestarle mucha atención puede servir. Poco más.

The Rickey Smiley Show
Dado un número infinito de universos conteniendo un número infinito de posibilidades que permitan iteraciones en quiénes somos y qué nos gusta puedo llevar a intentar aceptar que alguna encarnación mía podría decir algo bueno de… esto. Pero está a demasiados universos paralelos de distancia de aquí. ¿Qué puedo destacar de una serie sobre un DJ especializado en bromas telefónicas y hacer el chorras autointerpretándose en una mezcla entre comedia de los noventa y película de Tyler Perry ? Pues eso, mejor no decir más.

Room At The Top
Dos episodios adaptando la novela del mismo título de John Braine sobre un jovencito que en los años ’40 se abre paso desde otro escalafón social tratando de trepar… Teniendo en cuenta que parece una especialidad inglesa no hay mucho más que pueda o deba decir.

The Scapegoat
Adaptación de una curiosa novela de Daphne du Maurier” sobre doppelgängers, este telefilme obra del gran *Charles Sturridge juega tanto con ese concepto como con la propia trama llena de suspense y humor de la obra original. Un hombre descubre que se parece mucho, de manera prácticamente idéntica, a otro que vive lo que parece la gran vida, con un buen puesto y una gran casa. Rápidamente se cambian los puestos y, a partir de ahí, empezará a descubrir los trapos sucios y a considerar que quizá no fue una buena elección aceptar ese cambio. Os sugiero que le deis al menos una oportunidad.

Teenage Mutant Ninja Turtles
Nuevo concepto de la mano de Nickleodeon de las Tortugas Ninja, esta vez con una animación por ordenador cuyo mismo aspecto refleja los dos intentos de dirección de la serie: Una apariencia adorable, tirando a cartoon, y unas ideas algo más adultas por debajo, aún sin llegar a acercarse a los cómics en los que se basan pero sí alejados de la famosa serie original. El resultado es agradable, y no dudo de que encantará a los pequeños gracias a la suma de estilos que incluyen toques de la Cartoon Network de finales de los ¡90 y del humor manganime de exitosas series como Naruto. Ahora, si además se preocuparan por hacer algo más… elaborado.

Vegas
Un concepto curioso, no muy original pero sí interesante, durante el proceso de construcción y evolución de la ciudad de Las Vegas en lo que hoy conocemos un ranchero es colocado por el alcalde a dedo para que se encargue de resolver un asesinato. De fondo irán apareciendo pronto el turbio mundo de los casinos y los lazos de poder y amistad entre políticos, abogados y mafiosos. Entre medias la batalla —insinuada de momento, tras un primer topetazo— entre el vaquero buenazo (Dennis Quaid), que estará acompañado de su hermano y su hijo en las labores policíacas, y el enviado de una de las familias, un hombre con un código de actuación pero también con una misión (Michael Chiklis) y entre ambos una ambigua asistente del fiscal del distrito (Carrie-Anne Moss) que parece que se convertirá pronto en otra de las fuerzas que se muevan alrededor de la ciudad. Interesante como punto de partida, aunque la idea de CSI: GOLDEN DAYS sea inevitable al ver la serie.

Me gustaría poder decir que tras estas treinta series el mes que viene se estrenará lo bueno pero, francamente, no parece que ese vaya a ser el caso. Quizá cuando empiecen a caer —y mucho me sorprendería que esta semana terminara sin que al menos una serie mordiera el polvo— se animen a sacar el material guardado para el futuro. De momento sólo puedo decir que los estadounidenses están haciendo un papelón este año. ¡Nos vemos en un mes! ¡En dos si octubre es especialmente malo!

Jónatan Sark | 01 de octubre de 2012

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