La labor de Microsoft Windows ha sido esencial para extender el uso del ordenador personal y acercar a la ciudadanía a internet y a la informática. La empresa de Redmont elaboró un sistema operativo amigable y lo suficientemente sencillo como para que cualquier nuevo usuario se acercase a un ordenador con ciertas garantías de poder usarlo para procesar textos y documentos o navegar por la red. Desde los años noventa la práctica totalidad de los ordenadores que se vendían tenían pre-instalado el sistema operativo de Microsoft, lo que aseguraba el uso de ese y no otro, operación de mercado monopolística que, en sus inicios, puede decirse que “ayudó” a mucha gente a utilizar un ordenador, pero que con el paso del tiempo es sencillamente un abuso que trata de —y consigue— alejar del entorno del usuario de ordenador la posibilidad de utilizar otros sistemas operativos que son, al menos, igualmente válidos. La inclusión en Windows de una serie de programas de la propia compañía persigue el mismo objetivo: hacer que el usuario se inicie en la informática con esos programas para que después se mantenga fiel a ellos y sea reacio al cambio. Además, la facilidad de uso aparente de estos programas contribuye al anclaje y enmohecimiento del “usuario”, y a un miedo al cambio por desconocimiento.

La sección que aquí se presenta pretende ayudar a mitigar ese desconocimiento. Libro de notas comienza aquí una serie dedicada a la publicación de artículos didácticos que enseñen a instalar y manejar software alternativo, de un modo sencillo y práctico. Se trata de divulgar software libre, de calidad y gratuito.

Libre porque su código es manipulable y cualquiera puede, con los conocimientos necesarios, añadir características, modificarlo y adaptarlo a sus necesidades. Esto es importante por una sencilla razón: si el programa es bueno, tiene asegurada una amplia comunidad de programadores que estarán atentos a actualizarlo y mejorarlo, siempre con muchísima más eficacia y, sobre todo, rapidez que los programas con licencias restringidas.

De calidad, porque los programas que, por manipulación de mercado e informativa, utiliza la inmensa mayoría de la gente para realizar las tareas básicas en su ordenador (y se piensa, básicamente, en los de Microsoft: Outlook Express o Internet Explorer) NO son los mejores, ni los más seguros, ni los más estables. Son muchos los programas que gestionan el correo, navegan por la red o procesan textos con mayor eficacia, seguridad, velocidad y, al menos, con la misma facilidad de uso.

Gratuito, no sólo porque es absurdo gastar dinero en un producto que además es de peor calidad, sino porque, seamos realistas, contribuiremos así “legalizar” nuestro ordenador, pues por una gran parte del software de pago que utilizamos no hemos pagado nada. Hay que destacar que, además, este software alternativo suele ofrecer un soporte técnico mucho más accesible y eficaz, no sólo porque la copia del programa es legal, sino porque serán otros usuarios expertos los que desinteresadamente apoyarán el proyecto aportando sus conocimientos a quién los solicite.

La intención de Otro sofware es posible es, pues, abrir posibilidades, enseñar otros caminos a quien sólo conoce el que le lleva a casa desde siempre, embarrado, con baches y mucho tráfico. La intención es que los que leen Libro de notas y viven informáticamente bajo el dominio de Microsoft, tengan la posibilidad de mejorar el rendimiento de su ordenador descubriendo otros modos de acercarse a sus textos, a su correo, a sus fotos… otro modo de navegar por la red y otros métodos de acceder al conocimiento en internet.

______________________________________ Antes de entrar en materia, recomendamos repasar algunos términos y conceptos básicos que se utilizarán en los primeros artículos.

Glosario

Ventana popup. Ventana que se abre automáticamente, sin que se solicite, cuando se accede a una página web. En general, son páginas publicitarias inofensivas, pero algunas pueden contener código maligno. Doble click. Con el botón izquierdo del ratón podemos pinchar una o dos veces, estando situados encima de iconos o ficheros. Cuando pinchamos dos veces seguidas, decimos que hemos hecho ‘doble click’.

Abrir el navegador. En Windows, hay varias formas de arrancar una aplicación (en general, una aplicación es lo mismo que un programa). Internet Explorer se arranca haciendo doble click en el icono correspondiente, si éste se encuentra en el escritorio. En algunas versiones, el icono se encuentra al lado del botón de ‘Inicio’ (en la parte inferior izquierda de la pantalla) y para abrir el navegador desde ahí sólo hay que pincharlo con un click. También se puede acudir a ‘Inicio > Programas’ y buscar ‘Internet Explorer’ para ejecutarlo con un click. Para cerrar una aplicación basta con pinchar en el botón ‘x’, situado en la parte superior derecha de la ventana, o seleccionar la opción ‘Salir’ del menú ‘Archivo’. En general, en las aplicaciones, todos los menús están situados en la parte superior izquierda de las ventanas, justo debajo de su título.

Disco duro. Parte física del ordenador donde se almacena la información en forma de archivos, también denominados ficheros. Los datos guardados en el disco duro no se borran cuando se apaga el ordenador, a diferencia de los datos temporales de la memoria. El disco duro está organizado jerárquicamente en directorios, también conocidos como carpetas.

Barra de direcciones. Todos los navegadores tienen un sitio, generalmente en la parte superior de la ventana, desde donde podemos teclear las direcciones de Internet que deseamos visitar. Ese sitio se llama ‘Barra de direcciones’ y habitualmente van quedando guardadas a medida que las vamos introduciendo, de forma que, posteriormente, el navegador las muestre sin necesidad de escribirlas completas.

Descargar programas. Muchas aplicaciones se encuentran disponibles en Internet y, para que se puedan ejecutar en nuestro ordenador, hay que ‘bajarlas’. Eso significa que tenemos que transmitir el fichero de instalación, desde su origen a nuestro ordenador, haciendo una copia, o ‘descarga’ en nuestro disco duro.

Pinchar en un enlace. En las páginas web se facilitan las aplicaciones mediante un enlace al fichero que la instala en nuestro ordenador. Pinchando con un click en los enlaces comienza la descarga del archivo. Habitualmente Windows pregunta en qué carpeta del disco duro se quiere guardar el fichero.

Instalar un programa. Para poder ejecutar una aplicación en nuestro ordenador, primero hay que instalarla. Eso significa , en primer lugar, almacenar el archivo de instalación en el disco duro y luego ejecutarlo haciendo doble click sobre él. La instalación de un programa configura todos los parámetros necesarios para el funcionamiento del mismo, a la vez que crea una serie de carpetas en el disco duro conteniendo todos los archivos que necesita. También implica el consumo de memoria temporal, por lo que cuantas más aplicaciones arranquemos, menos recursos le quedan al ordenador para funcionar con normalidad.

Fichero de instalación. Generalmente el fichero de instalación es un asistente que va guiando al usuario por todos los pasos necesarios. Algunas veces el archivo que nos descargamos contiene a su vez, en formato comprimido con extensión ’.zip’ o ’.tar’, una serie de ficheros entre los que se encontrará el de instalación, generalmente denominado ‘setup’, ‘install’, etc.

Explorador de Windows. El ‘Explorador de Windows’ es la aplicación con la que podemos gestionar el disco duro del ordenador, así como los ficheros contenidos en otros dispositivos como disquetes, cds-rom, tarjetas externas, etc. Contiene numerosas funciones esenciales como búsqueda de archivos, borrar, copiar, etc.

Licencia de un programa. El uso de un programa, por parte de la persona que se lo ha descargado en su ordenador, está limitado por las condiciones o términos de su licencia. Las aplicaciones, por el hecho de ser gratuitas, no están exentas de licencia.