Más allá de las apariciones oficiales, Doctor Who también ha sido objeto de homenajes, parodias y desviaciones no oficiales. Hablemos un poco de todas ellas.
A veces nos ponemos muy tontorrones con aquello de que el amor se inventó en el siglo XII, y lo utilizamos como un arma arrojadiza contra la ñoñería pseudovitalista que recorre nuestras redes sociales en forma de citas y memes que nos hablen del amor constante más allá de la muerte.
Lo más guapo: Brad Pitt caminando entre zombies, mirada al frente, el señor “petarlo” en Guerra Mundial Z. Me soplan por el telefonillo que Fassbender sale muy morboso en El consejero, y a su manera también lo es Ezra Miller en Las ventajas de ser un marginado. Los muy guapos enanos de El hobbit y el musculado Matthew McConaughey no pueden competir con Jamie Foxx en Django desencadenado: por el amor de dios, qué portento, qué señor.
Acabado el mes de noviembre es el momento de mirar atrás a este y octubre y ver cuáles de entre los pilotos emitidos merecen un poco más de atención por nuestra parte.
Dejo de ser el oso chandalero y barbudo que normalmente les escribe para presentarme convenientemente photoshopeado, eligiendo de entre mis artículos aquel que, en esta relectura de mí mismo que hago para ustedes, considero, a día de hoy, el mejor.
Tones se quedó con un momento, casi en el inicio de la mesa redonda, por el que se pasó de puntillas: una pregunta reveladora del moderador y que da buena fe de los momentos de confusión general por los que pasa la prensa especializada. La cuestión lanzada al aire: las consolas de nueva generación no se han recibido con el entusiasmo y la adoración colectiva que habíamos visto en generaciones anteriores. ¿Qué podemos hacer desde los medios para avivar el entusiasmo de los jugadores? No “¿Por qué?”. No “¿Qué indica?” Sino “¿Qué hacemos para evitarlo?”
5. Pérdida o difuminación de la autoridad, pérdida o difuminación del filtro. Llamémosle «cultura oficial». Bien, hasta ahora había muchos modos y circunstancias distintas para emerger desde el anonimato a la cultura oficial, pero todas pasaban por un filtro más o menos potente y poderoso: editoriales, discográficas, concursos, premios…
En fin, que termina ya 2013 y ha sido un año algo decepcionante en lo cinematográfico para mí. Una gran primera mitad que se ha ido desinflando hasta tal punto que empiezo a preguntarme si el cine ya no me gusta como me gustaba antes o si he perdido capacidad de sorpresa o de apasionamiento por lo que veo en pantalla. Por primera vez en años no he tenido ninguna película que me haya dejado clavado en el asiento, no ha habido un Drive, un Holy Motors, un Che que me haya hecho salir bailando del cine. Buenas películas, alguna excelente, pero ninguna que me haya marcado.